La salud pública como esfuerzo organizado de la sociedad y el estado por la salud, bienestar y la calidad de vida trasciende a los servicios de salud, razón por lo cual se hacen más complejos los procesos de conducción. Por lo tanto, se requiere dirigir con fundamentos científicos, con claridad de que la gerencia en salud o administración en salud es ciencia, además de técnica y arte y sumado al nivel de integración externa del sector de la salud con otros sectores es necesario considerar a la Intersectorialidad, componente político y tecnológico de la gerencia imprescindible para dar respuesta de solución a la determinación social de la salud.
El interpretar la importancia de la conducción de los sistemas de salud no ha sido fácil en el transitar de la historia, incluso se ha considerado a veces que la insostenibilidad de buenos sistemas de salud, o la imposibilidad de otros para alcanzar resultados de excelencia ha sido solo por carecer del dinero suficiente. La pregunta básica debiera estar orientada a explicarnos, qué estamos haciendo con el que tenemos pues no se trata de producir salud al precio que sea; lo que se requiere es hacer la mayor y mejor salud posible con los recursos que están a nuestra disposición. Esa correspondencia del saber hacer con los recursos disponibles requiere del dominio de la administración en salud.
Para que los sistemas de salud sean en realidad una inversión y no un gasto, es necesario resolver numerosos problemas de estrategias, organización, procesos, competencias profesionales, toma de decisiones, descentralización, capacidad de cambio y liderazgo, sin los cuales seguiremos apareciendo como los grandes gastadores y esa no es la idea.
La razón de ser de la gerencia en salud es lograr crecer en calidad y oportunidad de hacer más y mejor salud empleando la menor cantidad de recursos posibles, para lo cual se dispone de los instrumentos y las tecnologías de cómo hacerlo. A los que trabajamos el campo de la administración de la salud, nos corresponde lograr que esto se entienda y se haga.
La Administración o Gerencia de la Salud Pública, requiere de un sostenido fortalecimiento y la necesidad de fomentar la conciencia de su importancia. Esto constituye, en estos tiempos, una prioridad no solo en la formación y preparación de los directivos sino sobre todo en la generalización de una cultura gerencial que influya en la concepción y operación de las estrategias, de las estructuras, de los modelos y del modo cómo el servicio es organizado, prestado y asegurado, siempre pensando en la mejor salud con el uso más racional de los recursos. Si no se parte de esta concepción, cualquier sistema por muy bueno que sea, corre el riesgo de perder sostenibilidad.
Dr Cs. Pastor Castell-FloritSerrate
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Jan-Mar 2017