Silvana Inés Weller

Debate sobre o artigo de Mary Jane P. Spink

Debate on the paper by Mary Jane P. Spink

Departamento de Medicina Preventiva e Social, Faculdade de Ciências Médicas, Universidade Estadual de Campinas, Campinas, Brasil. Silvana.Weller@connmed.com.ar

 

 

 

 

Mientras seguimos padeciendo los efectos avasalladores del "riesgo control", mientras seguimos buscando evidencias para poner de manifiesto el modo en el que se juegan los deseos en las conductas llamadas "riesgosas", Spink tiene la generosidad de alertarnos sobre los nuevos ropajes que adopta el riesgo en la modernidad tardía. Así, la primera sensación que nos invade luego de la lectura del excelente trabajo es la de que hemos sido burlados en "nuestras mejores intenciones"; el efecto de la ironía. Sin embargo, es difícil dejar de reconocer la vigencia de los conceptos desarrollados en el artículo en las noticias cotidianas, en los debates académicos sobre algunos tópicos, en las prácticas y representaciones de los usuarios y profesionales de los servicios de salud. Un primer punto para el debate es la propuesta de considerar - de hecho está colocado en el texto - la posibilidad de pensar este momento como una transición donde es posible encontrar los efectos de las dos modalidades; riesgo control y riesgo aventura. El fenómeno del autocuidado en salud puede ser pensado como una superficie que permite cristalizar situaciones que hacen de borde (y zona de pasaje) de los dos modelos (riesgo control, riesgo aventura).

Para el caso del sida, y utilizando el reconocimiento del otro como deseante (y no como sujeto de la norma) a modo de hilo conductor, podemos describir - simplificadamente - el siguiente movimiento ocurrido en los últimos catorce años: las primeras recomendaciones para evitar la transmisión del VIH iban en una dirección que parecía casi negar rasgos de humanidad a las personas afectadas, llegándose a proponer que un modo de evitar la transmisión era que las personas infectadas tuvieran relaciones entre ellas. Con el paso del tiempo, los aportes de las ciencias sociales y las ciencias de la subjetividad lograron modificar el escenario al poner de manifiesto que las dificultades de grandes grupos de poblaciones para lidiar con el preservativo estaban vinculadas a fenómenos culturales y subjetivos que hacían de obstáculo a los mandamientos normativos preventivos (v.g.: pérdida de la erección, deseos de fusión con el otro, existencia de relaciones de poder asimétricas en gran parte de las relaciones sexuales, etc.). Las personas no se "arriesgaban" a infectarse con el VIH, les pasaban otras cosas. Sin embargo, y entrando en la fase de la ironía, encontramos hoy una proliferación de avisos clasificados en periódicos de gran tirada que promocionan de modo explícito oferta de servicios sexuales a mayor precio, sin uso del preservativo (Diario Clarín, Avisos Clasificados, Rubro 59, Argentina). Detengámonos en este espacio microsocial: hay dos personas unidas por una relación asimétrica (cliente, "prestador"), hay dos condiciones materiales de existencia (alguien quiere comprar, alguien necesita vender) y, por lo tanto, dos relaciones con el futuro. El cliente que paga tal vez podría ser ubicado como alguien en busca de aventura, aumento de adrenalina, sexo con riesgo para aumentar la excitación. Entiendo que el artículo de Spink nos brinda categorías para analizar la situación de la otra persona de nuestra escena, la persona (varón o mujer) que está cobrando más dinero por una relación donde se "arriesga" (o enfrenta el peligro!) a infectarse por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) a cambio de más dinero. ¿Son equiparables ambas situaciones? El nuevo discurso del riesgo es una nueva modalidad de encubrimiento de las inequidades sociales, ya que, al equiparar lo inequiparable, encubre las variaciones de opción de los diferentes grupos humanos.

El viaje del millonario Tito al espacio bien podría ser un ejemplo más de la fase de ironía del riesgo, con la consecuente idea de arriesgar la vida para que ésta tenga un sentido. Sin embargo, hay millones de personas que, lejos de subir a una nave espacial para experimentar el riesgo-aventura, están subiendo a un barco o a una balsa huyendo del peligro, de la muerte segura (por violencia política, por hambrunas, por falta de trabajo). Dependiendo de la inserción social de las personas, de su contexto histórico social, un grupo de gente sobre una balsa puede estar practicando turismo aventura y en ese sentido expresar el trópico de la ironía. Por el contrario, si ese grupo de gente (que tal vez esté en otra balsa, en el mismo mar) se encuentra huyendo de un país en guerra, la ligazón al riesgo aventura traería un quinto trópico del discurso, el oximorón, esto es la relación sintáctica de dos antónimos. A modo de ejemplos: "esta oscura claridad, que cae de las estrellas"; "la música callada, la soledad sonora" (Ducrot & Todorov, 1979:319).

Retomando entonces la visión panorámica de los sentidos históricos del riesgo, Spink marca que el paso del peligro, fatalidad al concepto de riesgo "emerge para falar da possibilidade de ocorrência de eventos futuros em um momento histórico em que o futuro passava a ser pensado como passível de controle" y que "as disposições sobre o futuro estão associadas às condições materiais de existência". Considerando las inequidades sociales a las que nos hemos referido, es preciso preguntarnos por las futuras derivaciones del interjuego del "riesgo-aventura" y la realidad material de millones de personas que hoy parecen vivir simplemente en peligro.

 

 

DUCROT, O. & TODOROV, T., 1979. Diccionario Enciclopédico de las Ciencias del Lenguaje. México, DF: Siglo Veintiuno Editores.

Escola Nacional de Saúde Pública Sergio Arouca, Fundação Oswaldo Cruz Rio de Janeiro - RJ - Brazil
E-mail: cadernos@ensp.fiocruz.br