Desafíos para la Educación Popular en América Latina hoy

Desafios para a Educação Popular na América Latina hoje

Oscar Jara Holliday Acerca del autor

Resúmenes

Los procesos de Educación Popular en todos los campos siempre se ven desafiados por las situaciones y condiciones del contexto en el que se desarrollan. No tienen sentido en sí mismos, aislados, sino solo en términos de la respuesta práctica y teórica a estos desafíos. Este artículo es un ensayo crítico y reflexivo, a través del cual desarrollamos cinco aspectos interrelacionados que marcan el contexto de nuestra región en América Latina y el Caribe hoy: 1) democracia liberal desgastada; 2) fundamentalismo del mercado; 3) ofensiva de restauración conservadora; 4) mayor desigualdad, exclusión y polarización social y política; 5) refuerzo de la lógica y los valores dominantes. Luego, delineamos callejones sin salida, posibilidades y horizontes de la educación popular frente a estos problemas e indicamos las perspectivas actuales para la actividad de los protagonistas de las experiencias orientadas por la Educación Popular.

Educación popular; Prácticas sociales; Paulo Freire; Coyuntura; Desafíos


Os processos de Educação Popular em todos os campos são sempre desafiados pelas situações e condições do contexto em que são realizados. Eles não fazem sentido em si mesmos, isolados, mas apenas em termos de resposta prática e teórica a esses desafios. O presente artigo constitui um ensaio crítico e reflexivo, por meio do qual desenvolvemos cinco aspectos inter-relacionados que marcam o contexto de nossa região da América Latina e do Caribe hoje: 1) democracia liberal desgastada; 2) fundamentalismo do mercado; 3) ofensiva de restauração conservadora; 4) aumento da desigualdade, exclusão e polarização social e política; 5) reforço da lógica e dos valores dominantes. Em seguida, delineamos impasses, possibilidades e horizontes da educação popular diante desses problemas e indicamos as perspectivas atuais para a atividade dos protagonistas das experiências orientadas pela Educação Popular.

Educação popular; Práticas sociais; Paulo Freire; Conjuntura; Desafios


Introducción

Este artículo es un ensayo crítico y reflexivo, dedicado a compartir reflexiones sobre los principales desafíos en el campo de la educación popular en América Latina en la actualidad, especialmente considerando las exigentes demandas que traen en este contexto la fuerte presencia de la perspectiva neoliberal en la agenda pública de países de nuestra región, así como por fuerzas sociales y políticas que impulsan una ofensiva de restauración conservadora ante los esfuerzos de cambio de los últimos años.

Los procesos de educación popular en todos los campos (salud, organización, participación, defensa de derechos, instituciones escolares y universitarias, formación agroecológica, etc.) están siempre desafiados por las situaciones y condiciones del contexto en el que se llevan a cabo. No tienen sentido en sí mismos, aislados, sino sólo en función de responder práctica y teóricamente a esos desafíos.

Por ello, cuando nos referimos a los desafíos para la educación popular en América Latina, hoy, necesariamente tenemos que referirnos al contexto latinoamericano y caribeño de este período, que desde los espacios locales, nacionales y regionales nos reta a construir una propuesta de reflexión y acción intencionada basada en los intereses de las mayorías populares de nuestros países.

Quisiéramos, entonces, hacer referencia a cinco aspectos interrelacionados entre sí, que están marcando el contexto de nuestra región latinoamericana y caribeña hoy, aunque con distintos matices y particularidades en cada país, e incluso al interior de ellos, pero que están presentes como tendencia general.

Democracia liberal desgastada

La primera idea es que la democracia liberal está totalmente desgastada en América Latina. La palabra “desgastada” refleja esa idea que todo aquello que la constituía, ya no tiene la misma influencia ni utilidad que tuvo; significa una disolución de todos aquellos factores que en su constitución le dieron significado, pero que ahora no explican más su sentido: reducida a un momento electoral que está totalmente penetrado por la mercantilización comercial y la manipulación mediática e informática, la base real de representatividad ha quedado desgastada, y la construcción de la participación efectiva en procesos democráticos permanentes, en este momento no son ni siquiera considerados.

Muchos partidos políticos están desligados de la vida cotidiana y de las problemáticas concretas de las personas; el espacio político ha sido ocupado por actores económico-políticos sin relación con las dinámicas de los movimientos sociales, sin diálogo, sin vínculos sólidos y estables con esas personas con las que deben dialogar. Desde los espacios de gobierno (ejecutivo o legislativo) se ejerce un poder vertical y unilateral. Incluso, es una confusión muy común el reducir la política pública a lo que hace el gobierno, pero la política pública debe pensarse más allá de lo gubernamental: para que sea “pública”, debe pensarse como una política que es apropiada por la ciudadanía, que la analiza, discute y toma un papel protagónico en su formulación, en su ejecución, en la vigilancia sobre su cumplimento y en su evaluación. Lo “público” no es sólo lo gubernamental; los gobiernos tienen la responsabilidad de dialogar y construir las políticas desde las necesidades y las propuestas de la ciudadanía, y ahí, entonces sí, los sectores y movimientos sociales tienen la posibilidad (y la responsabilidad) de aportar a construir la lógica y el rumbo de estas políticas. Estas dimensiones centrales del ejercicio democrático del poder están cada vez más ausentes hoy en día en nuestra región.

Adicionalmente, la politización y control del aparato judicial por parte de los grandes intereses dominantes, trastocan su rol de vigilante y garante de derechos de toda la ciudadanía, para convertirse en instrumento de facilitación de la impunidad de algunos sectores.

Fundamentalismo del mercado

Desde hace algunas décadas nuestra región está dominada por políticas neoliberales orientadas a dejar que la economía se rija exclusivamente por las reglas del mercado, reducir el rol del Estado, desregularizar el uso y vigilancia sobre los recursos naturales y privatizar los servicios como energía, agua, salud y educación.

Pero no sólo las políticas neoliberales están siendo predominantes en el manejo económico de nuestra región; se trata también de una manera de pensar individualista y consumista en la que todo se vuelve mercancía y espacio de competencia. Se impone así esa lógica hegemónica en todas las relaciones económicas, sociales, políticas y culturales. Se vende el conocimiento a través de múltiples formas de privatización y de control. El mercado, la competencia y el lucro son el valor predominante y por lo tanto, es la “ética” que gobierna los bolsillos, las mentes y los corazones.

Este fundamentalismo del mercado es profundamente deshumanizante porque anula directamente los valores de solidaridad, bien común, apoyo mutuo, respeto y cuidado de la naturaleza, la equidad y la justicia que han caracterizado las costumbres de nuestros pueblos originarios y las aspiraciones de las mayorías populares de nuestra región.

Ofensiva de restauración conservadora

Luego de los procesos de reforma progresista que se vivieron en los últimos veinte años, que no significaron un cambio radical del modelo de sociedad capitalista, pero que buscaron reducir las brechas sociales en varios países de América Latina como Brasil, Argentina, Venezuela, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, El Salvador y movilizaciones importantes en otros países, hoy estamos ante una intensa ofensiva de restauración conservadora que vía procesos electorales busca regresar al pasado en beneficio de los tradicionales sectores dominantes y los poderes transnacionales.

Esta ofensiva está significando una importante pérdida de derechos conquistados, aumento de las desigualdades y de la exclusión social, criminalización de las protestas, mayor depredación de la naturaleza y aumento de la represión. Pero, a su vez, está generando nuevas formas de resistencia, de organización y de movilización, expresadas en novedosas formas de acción cultural, artística, ecológica, de economía solidaria, salud comunitaria e identidad de género que están acompañadas por procesos de educación popular crítica y transformadora.

Aumento de la desigualdad, la exclusión y la polarización social y política

Una expresión de lo señalado anteriormente, es que vivimos hoy en América Latina una desigualdad creciente en términos de condiciones económicas, sociales, políticas y culturales, lo cual refleja un claro retroceso en cuando a la calidad democrática. Cuando hablamos de democracia tenemos que pensar en democracia económica, en democracia social, en democracia cultural y esos niveles de desigualdad y exclusión que vivimos expresan cada vez más relaciones antidemocráticas, autoritarias, discriminatorias y excluyentes.

Además, todo lo señalado anteriormente está creando una mayor polarización entre las personas y fuerzas políticas, que se expresa con una agresividad creciente: no se generan debates con argumentaciones reales, sino que se expresan en una exclusión total y descalificadora de la razón y los argumentos contrarios, como punto de partida.

Es que, en el fondo tenemos en conflicto dos modelos que pertenecen a dos paradigmas en confrontación total: un paradigma del lucro, del mercado, del individualismo, valores que se posicionan en el centro de la política y de la sociedad y, por otro lado, tenemos la propuesta de construir un paradigma de vida, un paradigma de solidaridad, de una idea de democracia, donde podamos caber todas las personas y se respeten todos nuestros derechos. Esta polarización expresa un antagonismo de esos dos modelos. Vivimos una época donde no tenemos posibilidad de ser neutrales, sino más bien estamos disputando cuál de estos modelos va a guiarnos en nuestras sociedades.

Esta ofensiva, que está buscando retroceder en la historia, aunque ha utilizado mecanismos de la democracia formal, es profundamente antidemocrática porque está cargada de agresividad, de violencia, de irrespeto, de negación de los derechos ciudadanos de todas las personas. Así, cada vez más, nuestras sociedades se polarizan y los grupos sociales se enfrentan en posturas cada vez más irreconciliables.

Refuerzo de lógicas y valores dominantes

Debido a lo anterior, en el momento actual, las fuerzas sociales, políticas e ideológicas de las empresas, partidos y medios de comunicación dominantes refuerzan la “lógica hegemónica” que es capitalista, patriarcal, extractivista, racista y colonial. Y esta lógica unifica todos estos elementos en una amalgama ideológica, bajo una sola forma de dominación, que busca imponerse bajo un discurso y un disfraz falsamente democrático.

La ofensiva conservadora resalta e impone una subjetividad individualista, consumista, conformista, pasiva e intolerante. Que cada quien busque salvarse por su cuenta y aplastando a los demás si es necesario, promoviendo también la resignación ante esta realidad que aparece como la única posible y no tiene sentido pretender cambiarla. Es una subjetividad también fundamentalista y mesiánica en la que se utilizan argumentos religiosos para justificar las políticas neoliberales en lo económico, social, político, ambiental y cultural.

Todo ello genera desmovilización e intolerancia, dos aspectos que destruyen las relaciones democráticas, debido a que, en estas condiciones, es más difícil llegar a generar procesos de un efectivo debate democrático; es un escenario más violento, verbal y físicamente hablando; un contexto de violencia especialmente contra las mujeres y contra todo aquello que signifique pensar en otro mundo posible que sea distinto al existente; la criminalización de la protesta significa la violencia contra todo aquel que se opone y crea que se puede cambiar este modelo. Todo ello provoca procesos de desmovilización, procesos de resignación que interiorizan y generalizan que “no es posible cambiar las cosas”, debilitando así las iniciativas que buscan impulsar un papel protagónico y de incidencia política de los sectores y movimientos populares.

Estos procesos tienen actores que están presentes en las comunidades más pobres y vulnerabilizadas, realizando acciones asistencialistas que logran aliviar muchos de los problemas cotidianos que las políticas públicas abandonan: es el otro extremo de la política neoliberal, pues mientras el Estado abandona a estos sectores, estos grupos trabajan con las personas en sus barrios, en sus comunidades y construyen relaciones de confianza, identidad, seguridad.

¿Y la Educación Popular?

Con base en estas cinco características del contexto actual, me gustaría profundizar algunas ideas sobre la educación popular, la importancia de la creación de identidad, de espacios de construcción común y solidaridad, para pensar y construir una sociedad equitativa y justa.

Cuando hablamos de “Educación Popular” hablamos de algo que siempre debe ser comprendido de acuerdo con los espacios y contextos históricos donde se lleva a cabo. Por eso no podemos hablar de “la” educación popular, como un proceso único, homogéneo o uniforme. Creo que es mejor hablar siempre de “procesos de educación popular”: procesos que corresponden a momentos particulares, a contextos particulares. Debemos comprender qué significa impulsar procesos de educación popular en cada momento histórico; la historia de la educación popular de América Latina nos puede enseñar mucho, pero no para repetirla, sino para inspirarnos hacia el futuro, para enfrentar los desafíos que hoy vivimos11. Jara O. Educación y cambio social en América Latina: interpretación crítica de las contribuciones ético-políticas y pedagógicas de la Educación Popular Latinoamericana 1959-2017 [tese]. San Pedro: Universidad de Costa Rica; 2017..

Todos los procesos de educación popular en América Latina han estado siempre vinculados a un proceso de organización, de participación y de aspiración de espacios de construcción de democracia. Por ejemplo, en el siglo XIX cuando se hablaba de educación popular, se entendía como “instrucción pública” y se planteó la noción de que la educación no sólo debía ser un privilegio, como era para los nobles de la colonia, sino que debería ser un derecho para toda la población22. Martí J. On education. articles on educational theory and pedagogy, and writings for children from “The Age of Gold”. New York: Monthly Review Press; 1979.. Ya desde entonces, encontramos en el término “educación popular” una aspiración democrática33. Mejía MR. Posfácio - La Educación Popular: una construcción colectiva desde el sur y desde abajo. In: Streck D, Esteban MT, organizadores. Educação popular: lugar de construção social coletiva. Petrópolis: Vozes; 2013..

Cuando la revolución cubana llevó a cabo la Campaña Nacional de Alfabetización que era una deuda con la mayoría del pueblo o cuando el gobierno de Allende en Chile en los años setenta creó la propuesta de la “Escuela Nacional Unificada” como parte del programa de gobierno de la Unidad Popular, y los comités de barrios y de fábricas crearon los “Comités de Unidad Popular” pensados como espacio de organización y de formación política, o cuando la Revolución Sandinista en la Nicaragua de los ochenta creó la idea de que toda la educación de Nicaragua, la formal, no formal, informal, desde pre-escolar hasta de personas adultas debería ser una educación popular, estaban en todos los casos afirmando que los procesos de Educación Popular están vinculados a aspiraciones democráticas que fortalecieran el poder de la gente, las capacidades de la gente, la participación de la gente. Cuando el movimiento Zapatista en los años noventa se levanta en insurgencia y crea procesos de valorización de la identidad desde las raíces indígenas con el fin de construir una nueva cultura política democrática donde las Juntas de Buen Gobierno como órganos de autogobierno se rigen por el principio de “mandar obedeciendo” y hablan de una educación popular para construir un mundo “donde quepan todos los mundos”, está presente esa aspiración democratizadora que ha ido acompañando siempre los procesos de educación popular11. Jara O. Educación y cambio social en América Latina: interpretación crítica de las contribuciones ético-políticas y pedagógicas de la Educación Popular Latinoamericana 1959-2017 [tese]. San Pedro: Universidad de Costa Rica; 2017.,44. Jara O. A educação popular latino-americana, história e fundamentos éticos, políticos e pedagógicos. São Paulo: Alforja, Ação Educativa, Enfoc-Contag, CEAAL; 2020..

En esta perspectiva, como dicen Mota Neto y Streck55. Da Mota Neto JC, Streck DR. Fontes da educação popular na América Latina: contribuições para uma genealogia de um pensar pedagógico decolonial. Educ Rev. 2019; 35(78):207-23. Doi: http://dx.doi.org/10.1590/0104-4060.65353.
http://dx.doi.org/10.1590/0104-4060.6535...
, la:

educação popular da segunda metade do século XX possui antecedentes e fontes de inspiração que fazem parte da história de resistência e da inventividade pedagógica na América Latina. Isso nos permite caracterizar, historicamente, a educação popular como uma das tradições pedagógicas mais originais nascidas na América Latina. Não se trata apenas de um pensamento educacional, mas também de um movimento de educadores, profundamente conectados com a história do continente, com realidade própria das classes populares latino-americanas, suas experiências reais, seus saberes ancestrais, suas necessidades e seus projetos de vida. (p. 212)

Pero es importante comprender que los procesos de educación popular no son solamente un método, no responden sólo a una metodología o al uso de algunas técnicas, sino que están basados en una filosofía, un paradigma emancipador ético, político y pedagógico66. Freire P. Pedagogía del oprimido. Montevideo: Tierra Nueva; 1970.. Este paradigma de la solidaridad, este paradigma de las personas como sujetos creadores de las sociedades, es un paradigma que se expresa desde el sentido ético de la vida en la construcción política de otras relaciones de poder, lo cual fundamenta y orienta una pedagogía que − como proceso dialógico, crítico, horizontal y transformador − posibilita construir espacios y sujetos que edifiquen una sociedad democrática y relaciones democráticas en todos los campos y niveles de la vida social, como espacios pre-figurativos en los cuales podemos mostrar y mostrarnos que es posible vivir de otra manera que la que nos impone el sistema. Es una manera también de desaprender las relaciones de poder autoritarias, verticales y patriarcales en que nos hemos formado, explorando otras formas de ejercicio de poder, que sean solidarias, sinérgicas, constructoras de lo colectivo.

Los procesos de educación popular deben también constituirse en espacio de creación de afectos, de cuidado mutuo, de construcción de confianzas y complicidades, de valorización de las características de cada persona en su particularidad. Espacios donde no solo la mente, las ideas o los argumentos están presentes, sino donde transita todo nuestro cuerpo con nuestras emociones, sensibilidades, sensualidades, empeños y frustraciones. Espacios donde se manifiesta de forma viva la esperanza y los sueños compartidos. Espacios de creación y ejercicio de la creatividad, donde todos los lenguajes y forma de expresión tienen cabida para desplegarse libremente.

Por eso la inspiración freiriana de una educación liberadora22. Martí J. On education. articles on educational theory and pedagogy, and writings for children from “The Age of Gold”. New York: Monthly Review Press; 1979. que construye las capacidades de las personas como sujetos comprometidos con una transformación social de la historia, implica una formación integral en que los procesos pedagógicos puedan desarrollar todas nuestras capacidades; sería una contradicción llevar a cabo procesos educativos autoritarios, verticales o doctrinarios, para lograr procesos de convivencia realmente humana y de participación democrática. De ahí la crítica a la educación “bancaria”, por vertical y autoritaria. De ahí la propuesta de una educación problematizadora, dialógica y horizontal, que vincula la práctica con la teoría, que desarrolla el pensamiento crítico, la ecología de saberes y la vocación de humanización, por lo tanto, desarrolla las capacidades humanas transformadoras para llegar a ser sujetos de la historia.

Los aportes de Freire nos hacen ver que están íntimamente relacionadas las propuestas de ser sujetos de trasformación social y ser sujetos de procesos educativos creadores. Si nos formamos como personas críticas y creativas, ello se expresará en formas de participación social críticas y creativas.

Una idea clave de Freire77. Freire P. Pedagogia da autonomia: saberes necessários à prática educativa. São Paulo: Paz e Terra; 1996., en su libro “Pedagogía de la Autonomía”, dice: “enseñar no es transferir conocimientos, sino crear las condiciones para su producción o construcción”. Esa idea no nos la hemos apropiado suficientemente. Educar no es transferir contenidos, sino crear condiciones para producir, para crear, para construir conocimientos transformadores. Entonces, la pregunta clave es: ¿cómo creamos condiciones para que sea posible un proceso de aprendizaje, de reflexión crítica, para crear capacidad de análisis, comunicación, sensibilización de problemas para poder trabajar y comprender lo que acontece en nuestro alrededor? En definitiva, para desarrollar nuestras capacidades protagónicas y construir el protagonismo popular en la vida social, política y cultural. Por eso cuando hablamos de procesos de educación popular estamos hablando de procesos que se llevan a cabo en todos los niveles y espacios, creando capacidades que significan contribuciones esenciales para los espacios de democratización, para formar espacios de participación efectiva, por lo tanto, para demandar espacios de institucionalidad y modificar las reglas autoritarias y excluyentes del ejercicio de una democracia formal desgastada.

Si tenemos un paradigma transformador, de una sociedad justa, equitativa y democrática, ese paradigma no significa que es un sueño que algún día sucederá, sino que es un paradigma que debe guiar nuestras acciones cotidianas en búsqueda de reducir las desigualdades y eliminar las injusticias. Las utopías deben manifestarse en la cotidianeidad, expresarse en la acción de las personas, es la forma en que las personas lo construyen desde ahora. No es algo que llega de afuera o que está esperando al final del camino, sino que la utopía se debe construir cotidianamente por los propios actores sociales a partir de sus condiciones, analizando y transformando juntos esa realidad.

No es posible una sociedad democrática, si no construimos espacios de democratización en la familia, la casa, el trabajo, la escuela, en los barrios, sindicatos, partido, organización… en todas las dimensiones donde existan relaciones de poder, tenemos que pensar si esas relaciones de poder ¿son autoritarias o son democráticas?, ¿construyen capacidades de transformación o construyen resignación o pasividad?, ¿qué hacemos cada día con nuestro trabajo: estamos favoreciendo esas condiciones para el protagonismo de las personas o para su conformismo?

Como indican Mota Neto y Streck55. Da Mota Neto JC, Streck DR. Fontes da educação popular na América Latina: contribuições para uma genealogia de um pensar pedagógico decolonial. Educ Rev. 2019; 35(78):207-23. Doi: http://dx.doi.org/10.1590/0104-4060.65353.
http://dx.doi.org/10.1590/0104-4060.6535...
, nunca será demasiado recordar que:

o continente latino-americano é um território marcado por profunda exploração e desigualdade. Porém, por sua própria condição de periferia do sistema-mundo, irrompeu ao longo da história, como contrapartida à dominação, um manancial de lutas e resistências, de que são protagonistas os coletivos populares que procuraram reescrever a história com seus próprios valores, cosmovisões e ideais. (p. 219)

De ahí que retomemos la importancia de esa recomendación firme de Paulo Freire, que es realizar siempre una reflexión crítica sobre nuestra propia práctica. Analizarla autocríticamente, sacar lecciones de ellas, considerando que los educadores y educadoras tenemos en nuestra propia práctica la fuente principal de nuestra formación permanente. Las educadoras y educadores populares estamos en proceso de formación todo el tiempo. Nunca terminamos de formarnos. Y precisamente lo que nos puede ayudar a formarnos, en una práctica permanentemente innovadora y creativa, es la reflexión crítica sobre esa práctica. Sobre este aspecto, el educador brasileño Alder Júlio Ferreira Calado88. Calado AJF. Remendar ou reinventar o mundo, a partir de nós? Paulo freire nos instiga, nos provoca, nos convoca. Interritórios Rev Educ UFPE. 2016; 2(2):46-59., uno de los pioneros de las acciones de educación popular en ese país, refuerza que el proceso de formación popular:

que interessa aos membros das forças sociais imbuídas da tarefa de construção de uma sociabilidade alternativa à ordem vigente, há de comportar uma diversidade de situações e dimensões que abarcam todo o existir. Trata-se de trabalhar, de modo concatenado e ininterrupto, as mais diferentes facetas da existência - econômica, política, cultural-, de maneira a interligar os mais distintos aspectos da vida humana e do planeta: relações com o Cosmos; relações de espacialidade; relações ecológicas; relações de gênero; relações de orientação sexual; relações étnicas; relações geracionais; relações de caráter místico88. Calado AJF. Remendar ou reinventar o mundo, a partir de nós? Paulo freire nos instiga, nos provoca, nos convoca. Interritórios Rev Educ UFPE. 2016; 2(2):46-59.. (p. 53-4)

De ahí, que cada vez más, la “sistematización de experiencias”, conforme Jara99. Jara O. Para sistematizar experiências. Resende MVV, tradutor. 2a ed. Brasília: MMA; 2006., esté siendo asumida como un factor fundamental en los procesos de educación popular, que nos impide la pasividad, el conformismo o la rutina, sino que siempre nos da la capacidad de enriquecer la teoría educativa y la nueva práctica, gracias a los aprendizajes que obtengamos.

Consideraciones finales

El desafío que tenemos, en este momento histórico desde nuestra América Latina es − en todos los espacios posibles − construir y reforzar las capacidades democratizadoras, la posibilidad de crear la utopía de equidad, justicia, respeto a la diversidad y cuidado de la vida, desde los espacios concretos y cotidianos en que nos toca vivir. Por eso es indispensable comprometernos en la transformación de las condiciones que crean esta matriz cultural hegemónica marcada por el individualismo, la mercantilización de la vida, la mentalidad colonizada, el consumismo, la violencia y dominación patriarcal que se expresan en el sistema capitalista actualmente dominante que oprime a las mayorías del mundo.

Ante la ofensiva de restauración conservadora, que ya está mostrando sus límites y debilidades, ante la manipulación mediática e informática, ante los discursos de odio e intolerancia, los procesos de educación popular están desafiados a construir espacios de relación solidarios, autónomos, críticos, capaces de formular argumentos y movilizar convicciones que representen esos nuevos imaginarios con los que podemos generar acciones transformadoras desde el rescate de nuestras identidades. También están llamados a fortalecer la capacidad de análisis, movilización y propuesta que permita incidir en la definición, ejecución, fiscalización y evaluación de las políticas públicas (de salud, de educación, de vivienda, de pensiones y jubilaciones, de cuidado del medio ambiente y la vida, de manejo de los presupuestos y recursos financieros, etc.) Lo interesante es que ya estamos asumiendo en nuestras prácticas esos desafíos. Tenemos que seguir adelante construyendo contactos, redes, espacios de encuentro e interaprendizaje, para no detener nuestros avances.

Referencias

  • 1
    Jara O. Educación y cambio social en América Latina: interpretación crítica de las contribuciones ético-políticas y pedagógicas de la Educación Popular Latinoamericana 1959-2017 [tese]. San Pedro: Universidad de Costa Rica; 2017.
  • 2
    Martí J. On education. articles on educational theory and pedagogy, and writings for children from “The Age of Gold”. New York: Monthly Review Press; 1979.
  • 3
    Mejía MR. Posfácio - La Educación Popular: una construcción colectiva desde el sur y desde abajo. In: Streck D, Esteban MT, organizadores. Educação popular: lugar de construção social coletiva. Petrópolis: Vozes; 2013.
  • 4
    Jara O. A educação popular latino-americana, história e fundamentos éticos, políticos e pedagógicos. São Paulo: Alforja, Ação Educativa, Enfoc-Contag, CEAAL; 2020.
  • 5
    Da Mota Neto JC, Streck DR. Fontes da educação popular na América Latina: contribuições para uma genealogia de um pensar pedagógico decolonial. Educ Rev. 2019; 35(78):207-23. Doi: http://dx.doi.org/10.1590/0104-4060.65353
    » http://dx.doi.org/10.1590/0104-4060.65353
  • 6
    Freire P. Pedagogía del oprimido. Montevideo: Tierra Nueva; 1970.
  • 7
    Freire P. Pedagogia da autonomia: saberes necessários à prática educativa. São Paulo: Paz e Terra; 1996.
  • 8
    Calado AJF. Remendar ou reinventar o mundo, a partir de nós? Paulo freire nos instiga, nos provoca, nos convoca. Interritórios Rev Educ UFPE. 2016; 2(2):46-59.
  • 9
    Jara O. Para sistematizar experiências. Resende MVV, tradutor. 2a ed. Brasília: MMA; 2006.

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    30 Nov 2020
  • Fecha del número
    2020

Histórico

  • Recibido
    07 Mayo 2020
  • Acepto
    28 Set 2020
UNESP Botucatu - SP - Brazil
E-mail: intface@fmb.unesp.br