El Prof. Rojas Ochoa comenta la obra del DrC. Nestor Manuel Pérez Lache titulada: El método clínico. Mi experiencia en Neurología. Editora Política. La Habana, 2015. Se muestra su cubierta (Fig.).
LA RESEÑA
He seguido con alto interés, por la importancia que concedo al método clínico en la práctica asistencial y salubrista, la producción de libros dedicados a este tema en los últimos 17 años. El primero “La clínica y su método. Reflexiones sobre dos épocas” data de 1999, su primera edición (Díaz Santos, Madrid) autoría de Luis Rodríguez Rivera, le siguió “El arte y la ciencia del diagnóstico médico. Problemas seculares y problemas actuales” de Miguel Ángel Moreno Rodríguez el año 2001 (Científico-Técnica, La Habana), luego de Afredo Espinosa Brito “La clínica y la medicina interna. Pasado, presente y futuro” de 2011 (Ecimed, La Habana), una segunda obra, notable como todas las que estoy mencionando, de Miguel Ángel Moreno Rodríguez: “El método clínico. Lecturas y lecciones” el 2012 (Ecimed, La Habana), y ahora nos llega “El método clínico. Mi experiencia en neurología” de Néstor Manuel Pérez Lache, fechado en 2015, que recibo en 2016 (Editora Política, La Habana).
Cada nueva obra ha superado a la anterior, la más reciente hace referencias y rinde tributo a las que les precedieron.
Dos opúsculos aparecidos en este período brillan con luz propia: “Guía de acción para la excelencia en la atención médica”, de Eugenio Selman-Housein Abdo de 2002 (Científico- Técnica, La Habana) y “Práctica clínica” de Alfredo Nasiff Hadad, Héctor Manuel Rodríguez Silva y Miguel Ángel Moreno Rodríguez, fechado en 2010 (Ecimed, La Habana).
En este último título se dedica a Fidel Ilizástigui Dupuy, muy notable, entre los más notables clínicos de la segunda mitad del Siglo xx. En el texto se incluyen tres trabajos de este gran educador médico.
Una importante contribución han hecho a este tema las pediatras neonatólogas Reina Valdés Armenteros y Dulce María Reyes Izquierdo con su obra “Examen clínico del recién nacido” fechado el año 2003 (Ecimed, La Habana). Se destacan sus numerosas ilustraciones.
Puede concluirse de esta enumeración a la que acompañan frecuentes artículos en revistas, que se está formando una Escuela Cubana de Método Clínico. No la doy por formada porque los esfuerzos en el orden asistencial, docente y en investigaciones de estos destacados autores que cito, donde hay internistas, neurólogos, pediatras y cirujanos, no se expresan aún en la práctica de los servicios. El buen ejercicio del método no se aplica donde más se necesita, que es en la atención primaria de salud, en el consultorio del médico y enfermera de la familia y en el policlínico. En tanto la extensión del método, con calidad como nos enseñan los maestros citados, no alcance la masa de los que hacen clínica en los servicios de salud no tendremos la escuela, para la que ya tenemos sus apóstoles.
En este contexto nos llega la magistral contribución del Prof. Pérez Lache. De 136 páginas, en formato de 23 x 15 cm. Debidamente ilustrado, bibliografía según capítulos, que incluye estudio de casos de la experiencia del autor, presentado en una depurada edición de la Editora Política.
En el excelente prólogo de uno de los autores de textos que enumeré, el Prof. Alfredo Espinosa Brito él destaca que Pérez Lache enfoca simultáneamente tres aspectos integrados en la relación médico paciente: el científico, el arte del ejercicio de la medicina y el humanismo médico o la ética de la profesión.
En el orden científico en esta obra se estudia el método clínico en sus aspectos teóricos con un enfoque dialéctico materialista y siguiendo la teoría del conocimiento marxista. Refiriéndose al ejercicio profesional el autor nos dice:
La Revolución Científico Técnica se enmarca precisamente en la interacción entre el médico y el paciente para alcanzar el diagnóstico, objetivo previo a una conducta terapéutica racional y científica. Es de suponer que tal desarrollo haya ejercido influencias dispares, beneficiosas unas, perjudiciales otras, en la relación médico-paciente considerada como fundamento de origen y desarrollo de todo conocimiento clínico asistencial (página 16).
Más adelante añade:
La subestimación de la relación médico-paciente y el método clínico que se desarrolla en su seno, ha sido lamentablemente la causa del uso indiscriminado de los medios diagnósticos. Estos son necesarios e importantes en la práctica asistencial y en la investigación, pero no pueden sustituir al médico y su pensamiento clínico, que sólo puede surgir en la interacción médico-paciente (página 17).
Un epígrafe esencial en el libro (Capítulo 1, es el titulado “La relación gnoseológica fundamental”. Aquí se muestra en claro lenguaje la relación objeto-sujeto en la génesis del conocimiento humano. Se llega al criterio de verdad sustentado en la práctica social. Este fue uno de los aportes esenciales de Marx al reconocer la práctica como elemento clave en el proceso del conocimiento.
A partir de estos conceptos escribe Pérez Lache:
La relación médico-paciente en su esencia más general es una relación cognitiva o gnoseológica, indispensable para que pueda desarrollarse el diagnóstico clínico, primer paso en la atención médica. Afirmar que la esencia de dicha relación es gnoseológica, no implica ignorar su carácter profundamente humano, donde se generan otras relaciones afectivas, conductuales y éticas, sino precisar lo que es característico de esta, lo determinante de su existencia (página 20).
Son títulos de otros epígrafes del Capítulo 1: “La relación médico-paciente y el diagnóstico médico”, “El diagnóstico como proceso del conocimiento” y “La verdad del diagnóstico y su importancia”. Así se desarrolla este capítulo de carácter teórico metodológico, fundamental, de enorme valor conceptual y práctico.
El Capítulo 2 trata del método clínico en el diagnóstico neurológico. De la dialéctica del método en el diagnóstico neurológico y se presentan casos de distinta naturaleza.
El Capítulo 3 se titula “Los medios diagnósticos en la clínica neurológica”, uno de sus epígrafes trata de la unidad dialéctica de contrarios del método clínico en la práctica. Incluye presentación de casos.
El texto cierra con un breve epígrafe titulado “Palabras finales”, donde advierte que el tema no está agotado. Entre las ausencias señala que este trabajo no trata de otras interrelaciones dialécticas vinculadas al diagnóstico, como el tratamiento y el pronóstico que forman también parte del método clínico.
En el último párrafo nos anuncia buenas nuevas: “Considero que este libro es una introducción a futuros empeños sobre esta temática”.
De mi parte añado que este libro es lectura también para salubristas en su gran diversidad de contenidos.
5 de mayo de 2016
Prof. Francisco Rojas Ochoa
Fechas de Publicación
- Publicación en esta colección
Oct-Dec 2016
Histórico
- Recibido
02 Mar 2016 - Acepto
09 Jul 2016