RESUMEN
Introducción:
Los trastornos de la conducta alimentariaafectan con mayor frecuencia a jóvenes, y pueden llegar a tener importantes consecuencias en su salud mental y física.
Objetivo:
Determinar la prevalencia de probable diagnóstico de trastornos de conducta alimentariaen estudiantes de medicinay sus factores asociados.
Métodos:
Estudio descriptivo transversalrealizadoen estudiantes de medicina del primer año de una universidad de Lima, Perú. Se aplicó un cuestionario virtual para recolectar los datos de interés. Aquellos con un puntaje ≥20 en elEatingAttitudes Test-26, se consideronconprobable diagnóstico de trastornos de conducta alimentaria.Para evaluar los factores se calcularon razones de prevalencia y intervalos de confianza al 95% usando regresiones de Poissoncrudas con varianza robusta.
Resultados:
Del total de 440 estudiantes de primer año, 375(85,2 %) completaron la encuesta. La prevalencia de probable diagnóstico de trastornos de conducta alimentaria fue de 10,1 % (11,3 en mujeres y 8,6 en varones).Los factores asociados a esta variable fueron: rechazo escolar por trastornos nutricionales,rechazo laboral por la delgadez, rechazo social cercano por la imagen corporal, influencia familiar sobre la imagen corporal, influencia de la imagen corporal de modelos de pasarela e influencia de los anuncios televisivos de productos para adelgazar. Los dos últimos con los mayores valores de la razón de prevalencias.
Conclusiones:
Aproximadamente uno de cada diez estudiantes presentaprobable diagnóstico de trastornos de conducta alimentaria que se asocian con factores familiares, sociales,laboralesy otros relacionados con los medios de comunicación.
Palabras clave:
Bulimia nerviosa; anorexia; estudiantes de medicina
ABSTRACT
Introduction:
Eating disorders affect mostly young persons, and may have important consequences on their mental and physical health.
Objectives:
To determine the probable diagnosis of eating disorders in medical students and to evaluate their associated factors.
Methods:
Descriptive and cross-sectional study performed in first-year medical students of a private university in Lima, Peru. An electronic survey was administrated to collect data of interest. Those students with a score ≥20 in the Eating Attitudes Test-26 were considered to have probable diagnosis of eating disorders. For assessment of associated factors, we calculated prevalence ratios and 95% confidence intervals using Poisson crude regressions with robust variance.
Results:
Of 440 first-year medical students, 375 (85.2 %) completed our survey. The prevalence of probable diagnosis of eating disorders in the study population was
10.1 % (11.3for females and 8.6for males). Associated factors to this variable were: school rejection due to nutritional disorders, job rejection due to thinness, social rejection of body image, family influence on body image, influence of fashion show models’ body image and influence of TV advertisement of slimming products. The two latter reached the highest prevalence ratio values.
Conclusions:
Around one in ten students has a probable diagnosis of eating disorders associated with family, social, work and mass media-related factors.
Keywords:
Bulimia nervosa; anorexia; medical students
INTRODUCCIÓN
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son condiciones crónicas que suelen presentarse en la adolescencia y se caracterizan por lainsatisfacción de la percepción de la imagen corporal, miedo a engordar y pensamiento obsesivo con la alimentación. Estos trastornos se dividen en tres grupos: anorexia nervosa (caracterizada por el rechazo a mantener el peso por encima de un mínimo), bulimia nervosa (caracterizada por episodios recurrentes de atracones y purgas), y otros trastornos no específicos.11. Vázquez R, López X, Ocampo MT, Mancilla JM. El diagnóstico de los trastornos alimentarios del DSM-IV-TR al DSM-5. Rev MexTrastor Aliment. 2015;6(2):108-20.Los TCA se han convertido en un importante problema de salud pública por su alta prevalencia y susimportantesconsecuencias en la salud mental (pues afectan la autonomía, el autoestima y las habilidades sociales) y física (pues se relacionan con complicaciones gastrointestinales, endocrinológicas, dermatológicas, cardiovasculares y pulmonares, que implican un significativo riesgo de muerte).22. Swanson SA, Crow SJ, Le Grange D, Swendsen J, Merikangas KR. Prevalence and correlates of eating disorders in adolescents. Results from the national comorbidity survey replication adolescent supplement. Arch Gen Psychiatry. 2011;68(7):714-23.
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El diagnóstico definitivo de TCA debe ser hecho por un especialista, en base a una anamnesis dirigida complementada con los exámenes auxiliares necesarios. Sin embargo, existen cuestionarios que sirven como instrumentos de tamizaje, como son el EatingAttitudes Test (EAT), EatingDisorderExamination-self-reportQuestionnaire (EDE-Q), Sick Control OutweightFatFood (SCOFF), EatingDisordersInventory (EDI), entre otros. Dichas encuestas son frecuentemente utilizadas en estudios epidemiológicos para definir el “probable diagnóstico de TCA”.1313. Vela BL, Alarcón SH, Rodríguez AM. Revisión de las herramientas en español para la detección de los trastornos del comportamiento alimentario en adultos. Rev Esp Nutr Comunitaria. 2014;20(3):109-17.
La evaluación de grupos de riesgo específicos ha demostrado que los adolescentes (personas entre 10 y 19 años de edad) transitan por un cambio de patrones de conducta incluyendo los comportamientos o hábitos alimentarios, que tendrán repercusión en la juventud o en la adultez.1414. Vicario MIH, Fierro MCG, Hidalgo MG. La adolescencia: aspectos físicos, psicosociales y médicos: principales cuadros clínicos. Programa de Formación Médica Continuada Acreditado. Medicine. 2014;11(61):3579-87.De esta manera, los TCA tienen gran prevalencia en este grupo etáreo, tanto en estudios poblacionales 1515. Neumark D, Wall M, Larson NI, et al. Dieting and disordered eating behaviors from adolescence to young adulthood: findings from a 10-year longitudinal study. J Am Diet Assoc. 2011;111(7):1004-11.,22. Swanson SA, Crow SJ, Le Grange D, Swendsen J, Merikangas KR. Prevalence and correlates of eating disorders in adolescents. Results from the national comorbidity survey replication adolescent supplement. Arch Gen Psychiatry. 2011;68(7):714-23.como en estudios realizados en estudiantes universitarios de los primeros años.1616. Kessler RC, Berglund PA, Chiu WT. The prevalence and correlates of binge eating disorder in the World Health Organization World Mental Health Surveys. Biol Psychiatry. 2013;73(9):904-14.,1717. Goel AD, Akarte SV, Agrawal SP, et al. Longitudinal assessment of depression, stress, and burnout in medical students. J Neurosc Rural Pract. 2016;7(4):493-98.
Entre estudiantes de medicina se han reportado altas cifras de prevalencia de TCA: 10,0% en una Universidad en el Sur de Santa Catarina de Brasil,1818. Alberton VC, Dal-Bó MJ, Piovezan AP, et al. Abnormal eating behaviors among medical students at a university in southern Santa Catarina, Brazil. RevBrasEduc Médica. 2013; 37(1):15-20. 5,8% en la Univerdad Nacional Autonoma de México,1919. Álvarez ICM, Licea VC, Pérez MdCI. Prevalencia de factores y conductas de riesgo asociados a trastornos de la alimentación en universitarios. Rev MédHosp Gen Mex. 2009;72(2):68-72 y 16,0% en el Instituto de Ciencias Medicas de Adichunchanagiri(India).(20)En el Perú se han publicado pocos estudios sobre el tema. En la ciudad de Lima en el 2007 se aplicó el cuestionarioEAT-26 a 180 estudiantes de cuarto y quinto año de secundaria y se detectó que el 22,2% tuvieron más de 15 puntos, lo cual fue considerado indicativo dediagnóstico probable de TCA.2121. Palpan J, Jiménez C, Garay J, Jiménez V. Factores psicosociales asociados a los trastornos de alimentación en adolescentes de lima metropolitana. PsycholInternat. 2007;18(4):1-25.En el 2013, unestudiorealizadoen estudiantes de una Universidad de Lima utilizaron el EDI y encontraron que el 48,6% tenía diagnóstico probable de TCA.2222. Mayron G, Dyanne C, José S. Rasgos de trastornos conducta-alimentarios y consumo de sustancias psicoactivas en estudiantes de medicina humana. Rev Cuerpo Méd HNAAA. 2013; 6(4):27-30. En otro estudio realizado en el 2012 en 70 alumnos de medicina de una Universidad de Lambayequeusando el EAT-26, se halló que ningún estudianteteníadiagnóstico probable de TCA, aunque no describe el punto de corte usado para dicho instrumento.2323. Chonlón K, Grosso A, Paredes G. Frecuencia de trastornos alimentarios en los alumnos de una facultad de medicina de Lambayeque, durante el año 2012. Rev Cuerpo Méd HNAAA. 2013;6(2):13-5.
La escasez de datos publicados en Perú dificulta el planeamiento de estrategias de prevención primaria y secundaria contra estos trastornos.Por ello, el objetivo del estudiofue determinar la prevalencia deprobable diagnóstico deTCAen estudiantes de medicina y sus factores asociados
MÉTODOS
Diseño del estudio
Estudio descriptivo y transversal realizado en estudiantes de medicina del primer año de la Universidad de San Martín de Porres (USMP), ubicada en Lima, Perú, durante mayo de2013.
La USMP tiene una de las escuelas de medicina con mayor cantidad de estudiantes en Perú, que suelen ser de estrato socioeconómico medio-alto. Todos sus estudiantes tienen acceso mediante internet al “Aula virtual” de la universidad mediante una clave personal, en la cual se pone a su disposición el material relacionado con sus cursos.
Población y muestra
La población estuvo constituída por los 440 estudiantes de medicina de primer año de la USMP matriculados en el 2013, de acuerdo al registro del departamento de Ciencias Básicas de la USMP.
Se incluyeron a los estudiantes que aceptaron participar previo consentimiento informado y se excluyeronaquellosrepitentes que llevaban algún curso que no contestaron a las preguntas de interés.
Procedimientos
Previo a la realización del estudio, se solicitó permiso al departamento académico de ciencias básicas de la USMP. Asimismo, se elaboró un cuestionario que contenía preguntas acerca de los datos sociodemográficosy factores presumiblemente asociados a padecer TCA (familiares, sociales y relacionados con los medios de comunicación),así como el cuestionario EatingAttitudes Test-26 (EAT-26).
El cuestionario junto con el consentimiento informado correspondiente fueron puestos a disposición de los estudiantes en el “Aula virtual” durante una semana en el mes de mayo del 2013. Los investigadores informamos sobre los objetivos del estudio a los participantes durante las clases que se desarrollan en las salas de cómputo de la Universidad, recalcando que la participación en el estudio era voluntaria.
Variables
El desenlace de interés fue el probable diagnóstico de TCA. Para identificarlo, se usó el cuestionario EAT-26que es una versión abreviada del cuestionario EAT-40,1313. Vela BL, Alarcón SH, Rodríguez AM. Revisión de las herramientas en español para la detección de los trastornos del comportamiento alimentario en adultos. Rev Esp Nutr Comunitaria. 2014;20(3):109-17. creado para realizar tamizajes masivos en búsqueda de casos probables de TCA. Estos instrumentos no están diseñados para brindar un diagnóstico definitivo de TCA.44. Grupo de trabajo de la guía de Práctica Clínica sobre trastornos de la conducta alimentaria. Guía de Práctica Clínica sobre trastornos de la conducta alimentaria. Madrid: Ministerio de Sanidad y Consumo; 2009.,2424. Monterrosa Á, Boneu DJ, Muñoz JT, Almanza PE. Trastornos del comportamiento alimentario: escalas para valorar síntomas y conductas de Riesgo.Rev Cienc Biomed. 2012;3(1):99-111.El EAT-26 cuenta con 26 preguntas que abarcan tres dimensiones: dieta, bulimia, y control oral. Cada pregunta presenta seis alternativas de respuesta tipo Likert (siempre, muy a menudo, a menudo, algunas veces, raramente, y nunca). Los puntajes son invertidos en algunas preguntas. Un puntaje ≥10 y <20 indica riesgo de TCA, mientras que un puntaje ≥20 indica probable diagnóstico de TCA.(24) El cuestionario usado fue el validado en español por Gandarillas.1313. Vela BL, Alarcón SH, Rodríguez AM. Revisión de las herramientas en español para la detección de los trastornos del comportamiento alimentario en adultos. Rev Esp Nutr Comunitaria. 2014;20(3):109-17.
Otras variables sociodemográficas recolectadas fueron: género (femenino o masculino), edad (en años), y procedencia (ciudad de Lima u otros lugares). Además, se recolectaron las siguientes variables dicotómicas: antecedente familiar de bulimia (con la pregunta:¿Conoce algún familiar que haya padecido de bulimia?), rechazo escolar por los trastornos nutricionales (con la pregunta: ¿Siente que en la escuela recibió burlas o halagos sobre su peso?), rechazo laboral por la delgadez (con la pregunta: ¿Considera usted que para conseguir un buen trabajo es importante ser delgado(a)?), rechazo social cercano por la imagen corporal (con la pregunta: ¿Alguna vez sintió rechazo por su grupo de compañeros, por su peso?), influencia familiar sobre la imagen corporal (con la pregunta: ¿Siente usted que existe presión por parte de sus padres para que “conserve la figura“?), influencia de la imagen corporal de modelos de pasarela (con la pregunta: ¿Envidias el cuerpo de los modelos que aparecenen los desfiles de modas o en los anuncios de ropa?), e influencia de los anuncios televisivos de productos para adelgazar (con la pregunta: ¿Llaman su atención los anuncios de televisión sobre productos para adelgazar?).
Análisis estadístico
Los datos fueron exportados a una base de datos en Microsoft Excel 2010. Entre estos datos se incluía por defecto el nombre y código de cada alumno, que se eliminó para preservar la confidencialidad de los participantes.
Para describir a la población se usaron frecuencias absolutas y relativas. Para evaluar los factores asociados al posible diagnóstico de TCA se usó la regresión dePoissoncrudacon varianza robusta y se calcularon así las razones de prevalencias (RP) y su intervalo de confianza al 95% (IC95%). Debido al reducido número de personas que presentaron el desenlace de interés, se decidió no realizar un análisis ajustado. La significación estadística se consideró para p<0,05.Todos los análisis se realizaron usando el programa STATA v11.0.
RESULTADOS
De los 440 estudiantes, 385 aceptaron participar en el estudio y respondieron la encuesta. Luego del control de calidad se eliminaron 10 encuestas incompletas, de manera que la muestra final del estudio estuvo compuesta por 375(85,2 % del total).Entre estos, el 59,4% correspondió al sexo femenino, el 50,0 % tenían entre 16 y 17 años, y el 73,4% provenían de la ciudad de Lima. En cuanto al puntaje en el EAT-26, 52,0 % tuvieron entre 1 y 9 puntos; 37,9 % entre 10 y 19 puntos, y el 10,1tuvo 20 o más puntos.(tabla 1).
Datos sociodemográficos y puntaje del EatingAttitudes Test-26en la población estudiada (n=375)
Entre los factores asociados a diagnóstico probable de TCA (EAT-26≥20 puntos), se encontraron:rechazo escolar por los trastornos nutricionales (RP: 2,02, IC95%: 1,09- 3,74), rechazo laboral por la delgadez (RP:3,23, IC95%:1,79-5,84), rechazo social cercano por la imagen corporal (RP:5,48, IC95%:3,12-9,62), influencia familiar sobre la imagen corporal (RP:3,01, IC95%:1,67-4,43), influencia de la imagen corporal de modelos de pasarela (RP:6,22, IC95%:3,37-11,48),e influencia de los anuncios televisivos de productos para adelgazar (RP:7,95, IC95%:4,55-13,88).(tabla 2).
DISCUSIÓN
En nuestro estudio se encontró que el 10,1% de los estudiantes de medicina del primer año tuvieron probable diagnóstico de TCA. Otros estudios realizados en estudiantes de medicinaqueutlizaronel mismo instrumento y punto de cortehanencontrado cifrasmenores: 2,5% en Changsha, China;2525. Liao Y, Knoesen NP, Castle DJ, Tang J, Deng Y, Bookun R, et al. Symptoms of disordered eating, body shape, and mood concerns in male and female Chinese medical students. Comprehen psychiatry. 2010;51(5):516-23. 5,8% en Mexico, Mexico;1919. Álvarez ICM, Licea VC, Pérez MdCI. Prevalencia de factores y conductas de riesgo asociados a trastornos de la alimentación en universitarios. Rev MédHosp Gen Mex. 2009;72(2):68-72 7,8% en Florida, Estados Unidos;2626. Boujut E, Dombrowski S. A descriptive study of eating disturbances in a French university student population: the EAT-26 utility. J Experiential Psychother. 2011;14(4):56-63.cifras mayores: 16,9% en Karnataka, India;2727. Ramaiah RR. Eating disorders among medical students of a rural teaching hospital: a cross-sectional study. InternatJComm Med Public Health. 2015;2(1):25-8.y 22,6% en Islamabad, Pakistan;2828. Phil SHM, Hafeez M. Eating Disorders in Medical Students of Islamabad. Ophthalmol Update.2016;14(1):89-92.y cifras similares al nuestro: 11,0% en Malaca, Malasia.2929. Ngan SW, Chern BCK, Rajarathnam DD, Balan J, Hong TS, Tiang K-P. The Relationship between The Relationship between Eating Disorders and Stress among Medical Undergraduate: A Cross-Sectional Study. Open J Epidemiol. 2017;7(02):85-95.Las diferencias, sobre todo en aquellos con valores más altos, podrían deberse a las costumbres y en el acceso a los servicios de salud en estos lugares.
Nuestro estudio realizado en estudiantes de primer año estaría reflejando casos de TCA que han iniciado en la etapa escolar, donde se han instaurado cambios en los habitos alimentarios como saltarse comidas, desorganización en el horario de comidas, y excesiva preocupacion por su imagen corporal. A esto, pudo haberse sumado el no recibir consejería nutricional de un especialista en los colegios. Con estos antecedentes,el TCA podría agraveraseal iniciar la vida universitaria, puesto que los estudiantes son más independientes o responsables de sus estilos de vida, en especial entre los estudiantes que comienzan a vivir solos. Por ello, resulta importante que las universidades realicen intervenciones de prevención primaria, secundaria y terciaria para reducir los casos de TCA en la población estudiantil.
Encontramos que la proporción de diagnóstico probable de TCA fue ligeramente mayor en las mujeres, lo cual no resultósignificativo.El sexo femenino sí fue un factor significativamente asociado en estudiantes de primer año de una Universidad en México1919. Álvarez ICM, Licea VC, Pérez MdCI. Prevalencia de factores y conductas de riesgo asociados a trastornos de la alimentación en universitarios. Rev MédHosp Gen Mex. 2009;72(2):68-72 y en estudiantes de medicina del primer y segundo año en una Universidad de Colombia.3030. Fandiño A, Giraldo SC, Martínez C, Aux CP, Espinosa R. Factores asociados con los trastornos de la conducta alimentaria en estudiantes universitarios en Cali, Colombia. ColombMéd. 2007;38(4):344-51.Por ello, se ha propuesto que losprogramas preventivos y de tamizaje tengan especial énfasis en el público femenino.3131. González M, Angélica M, Viveros O, Rosa G. Trastorno alimentario y su relación con la imagen corporal y la autoestima en adolescentes. TerPsicológica. 2009; 27(2):181-90.La falta de significancia en nuestro estudio podría deberse a limitaciones propias del tamaño de muestra, que amerita más estudios sobre el tema.
También se encontró relación entre el diagnóstico probable de TCA y rechazo social cercano por la imagen corporal, influencia familiar sobre la imagen corporal, y rechazo laboral por la delgadez. Esto estaría reflejando la presión social, familiar y laboral que perciben los adolescentes, que los puede empujar a sobrevalorar la imagen corporal, aún en contra de su salud.3232. Krug I, Fuller-Tyszkiewicz M, Anderluh M, Bellodi L, Bagnoli S, Collier D, et al. A new social-family model for eating disorders: a European multicentre project using a case-control design. Appetite. 2015;95:544-53.,3333. Keel PK, Forney KJ. Psychosocial risk factors for eating disorders. Int J Eat Disord. 2013;46(5):433-9.Si bien la población evaluada por lo general aún no ha tenido gran experiencia laboral, resulta de interés que la percepción de que el éxito laboral puede estar determinado por el peso, este último sea un factor asociado a TCA; lo que lleva a pensar sobre las diversas estrategias que usan las empresas contra el sobrepeso de sus trabajadores,3434. Tao Z, Sun Y. Eating attitudes, weight control behaviors and risk factors for eating disorders among Chinese female dance students. Eur J Psychiat. 2015;29(4):249-58.,3535. Fortes LdS, Neves CM, Filgueiras JF, et al. Body dissatisfaction, psychological commitment to exercise and eating behavior in young athletes from aesthetic sports. Rev Bras CineantropomDesempenho Hum. 2013;15(6):695-704.que podrían estar influenciando indirectamente en el desarrollo de TCA.
El diagnóstico probable de TCA tambiénestuvo asociado con prestarle una mayor atención a los anuncios de televisión sobre productos para adelgazar. La televisión es un fuerte predictor que impone y valoriza en sus imágenes y mensajes la figura de la “delgadez” como cuerpo “ideal”, tanto para hombres y mujeres. Además, ofrece productos de belleza, medicamentos, vitaminas o suplementos.3636. Schooler D, Trinh S. Longitudinal associations between television viewing patterns and adolescent body satisfaction. BodyIm. 2011;8(1):34-42. Esto puede significar también que los jóvenes estén más vulnerables a adquirir y consumir los diversos productos “adelgazantes” que se ofertan en los medios de comunicación, y que pueden tener efectos secundarios no deseados.3737. Franco-Paredes K, Díaz F, López-Espinoza A. Conductas de riesgo y sintomatología de trastornos del comportamiento alimentario en estudiantes universitarios del Sur de Jalisco/Riskybehaviors and eatingdisorderssymptomatologyamonguniversitystudentsfrom South of Jalisco. Rev Mex Trastor Aliment J EatDisord. 2010;1(2):102-11.,3838. Cruz R, Avila M, Velasquez H, Estrella D. Evaluación de factores de riesgo de TCA en estudiantes de nutrición. Rev MexTrastor Aliment. 2013;4(1):37-44.
Es necesario mencionar algunas limitaciones de nuestro trabajo, como su carácter transversal, que no permitió profundizar en la causalidad del TCA, el uso de un cuestionario de tamizaje como el EAT-26, que no hace un diagnóstico de la enfermedad, y cuya sensibilidad y especificidad no ha sido estudiada en nuestro medio, y el uso de una encuesta virtual. Sin embargo, cabe mencionar que las encuestas virtuales autoadministradas del EAT-26 han sido realizadas con éxito en otros contextos como Corea1111. Lee H-J, Park S, Kim C-I. The association between disturbed eatingbehavior and socioeconomic status: The Online Korean Adolescent Panel Survey (OnKAPS). PLoS ONE. 2013; 8(3): e57880. y Estados Unidos.(39)Además, el uso del cuestionario EAT-26enlinea, en poblaciones como los universitarios puede ser una ventaja, ya que es una herramienta accesible, barata, atractiva y práctica para la recolección de información.
En conclusión, se encontró queaproximadamente uno de cada diez estudiantes presentó probable diagnóstico de trastornos de conducta alimentaria. Esto estuvo asociado con factores familiares, sociales, laborales, y relacionados con los medios de comunicación.
Resulta necesario seguir investigando la prevalencia de TCA y sus factores asociados en el Perú, en especial en grupos potencialmente vulnerables como los estudiantes universitarios.Asimismo, es necesario promover programas de prevención y diagnóstico precoz de TCA, que incluyan sesiones educativas para dar a conocer este problema y su manejo entre los estudiantes y sus familiares,talleres de superación personal con el objetivo de desarrollar estrategias de afrontamiento (como control, regulación de emociones, gestión de conflictos interpersonales con amigos),y dar pautas sobre una nutrición saludable y hacer hincapié en las dietas restrictivas y sus consecuenciastantoen los colegios, centros laborales y en la comunidad.
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Fechas de Publicación
- Publicación en esta colección
Oct-Dec 2017
Histórico
- Recibido
12 Ene 2017 - Acepto
05 Set 2017