EL día 23 de mayo de 2017 en la Escuela Nacional de Salud Pública, la Doctora en Ciencias de la Salud, Zoe Díaz Bernal presenta el libro del Profesor Francisco Rojas Ochoa titulado: Extensión de Cobertura en Servicios de Salud. Cuba 1960- 2010. Aqui presentamos el contenido de esta presentación a modo de reseña referativa. Se muestra la cubierta del libro (Fig.).
Cuando el profesor Rojas Ochoa me invitó a que fuera yo quien presentara su libro en esta oportunidad, no puedo negar que me sobrecogió la sensación del reto, que por lo general al inicio viene acompañada de la sensación de susto. Justo él, que había sido quien unos meses atrás me orientara, cuando en mi estreno como presentadora de otro libro me le acerqué y le pedí ayuda. Alguien, quien además de tener ya muchos libros en su haber y ser una personalidad de amplia connotación para la salud pública cubana y latinoamericana, es un gran conocedor del mundo de los libros. El Profesor Rojas Ochoa además se ha convertido en mi principal mentor en muchos sentidos y es obvio que como aprendiz bendecida, temo defraudarlo. También, debido a que se trata de un libro suyo, sería este un espacio que agruparía a mucha gente inteligente, interesada, sabia y amiga, a la que yo como presentadora también debería satisfacer. En este caso, yo no tendría por qué dedicar mucho tiempo a hablar sobre el autor, pues es sumamente conocido entre nosotros, solo quisiera decir al respecto que se trata de un hombre viejo (que ha visto, escuchado y vivido intensamente) con una mente audazmente revolucionaria y una capacidad analítica impresionante. Alguien que le cambia la vida a muschas personas y ese ha sido también mi caso.
Dicho esto, ahora mismo me olvido de tantas demandas y me iré a satisfacer a mi propio sentido común, a mi espíritu salubrista y a los profundos sentimientos que me unen al autor, para tratar de decir lo que a mi me gustaría escuchar antes de leer un libro como este.
Los primero que quisiera expresar, es que este libro es, pero sobre todo que se percibe: breve. Su contenido abarca menos de 100 páginas, pero la percepción de brevedad a la que me refiero, obdece más que a su extensión real, al sabor que dejan lo buenos libros al terminarse (todo buen lector presente en este salón debe haberlo paladeado en algún momento), ese que nos deja en estado de inercia, sin querer cerrarlos todavía necesitando que nos acompañen otro rato más y lamentando su final. Y no es que haya quedado algo por decir o necesitemos comprender un poco más sobre lo que se dice, es que definitivamente el Profesor Rojas Ochoa se ha convertido (si es que no lo fue siempre) en un excelente narrador, que atrapa a quien lo lee, y que permite que establezcamos un diálogo discursivo con sus ideas. Diálogo que por demás, no nos deja sin respuesta o comentario ni siquiera una vez.
Lo otro, con lo que puede mitigarse la sensación anteriomente descrita, es que este libro podría leerse al revés del sentido en el que comunmente leemos. Los invito a que lo hagan como lo hice yo, ante la resistencia a terminarlo, volviendo a leer primero las conclusiones y seguidamente los capítulos en orden inverso, lo que constituyó una lectura mucho más aprehensiva.
De su estructura (en su concepción original) quisiera destacar los valores de la presentación y la introducción, que vienen a constituir la primera parte del libro. A mi entender, esta parte acumula en sí todos los valores que posteriormente van distribuyéndose a lo largo del contenido del texto de maneras más o menos equitativas, entre las tres partes restantes, los comentarios adicionales y las conclusiones. Se agradece mucho la historia ilustrada que abarca desde la página 87 hasta la 94 y que permite a personas como yo, dotar de rotros e imágenes reales, a la historia y a sus protagonistas.
Ahora, ¿ por qué pondero los valores de la primera parte del libro? Pues porque logra en solo 21 páginas las siguientes cuestiones:
Dejar fuera de cualquier cuestionamiento las intenciones del texto en el contexto en el que este surge.
Explicar de manera sintética, concreta y comprensible, el centro, objeto y sentido, de los debates que se vienen dando principalmente en Latinoamérica, en torno a la cobertura sanitaria universal a partir de lo contenido en los informes de la OMS que han venido sucediéndose desde el año 2000.
Demarcar desde la aparentemente “ingenua” explicación que se hace del título del libro, la dirección en la que se mueve y sigue moviéndose Cuba desde hace más de 50 años, en relación con la cobertura de servicios de salud, sin haber podido sobrepasar, debido a ciertas debilidades porpias de nuestro quehacer, las miles de páginas publicadas por OMS y OPS en los últimos 7 años.
Ubicar a la atención primaria de salud como ámbito donde se libra, se gana y yo añadiría, se mantiene la batalla por la cobertura universal en Cuba.
Distinguir el pensamiento salubrista del que se beberá mediante la lectura del libro, del pensamiento biologicista, médico hegemónico y positivista, que ha tenido consecuencias tan notables para la ciencia en general y las ciencias de la salud en particular, incluida su praxis.
La segunda y tercera partes aluden a los comienzos de la extensión de cobertura de los servicios de salud en Cuba y a las particularidades de su continuidad, según si se trataba del área rural o la urbana, respectivamente. No puede dejarse de apreciar que el relato de lo acontecido en las áreas rurales, desde que se promulgara la Ley del servicio social de postgraduados y la implantación del servicio rural de cobertura amplia, se hace en primera persona. Y es que el Profesor Rojas Ochoa fue protagonista del Servicio Médico Social Rural que se generó a partir de ambas disposiones en el año 1960, en las condiciones en que se inició y según las propias palabras del autor:
[ … ] en lugares improvisados con los medios que cada uno llevó en su equipaje [ … ] con un “concepto integral en sus funciones”, con lo cual “la cobertura llegó a alcanzar una extensión notable”.
Este mismo discursar en primera persona le aporta significante añadido al relato, pues permite acceder a información que de otra manera resultaría sumamente dificil, como por ejemplo los datos reflejados en informes no publicados, o la constatación de hechos como testigo presencial de sus evidencias. Es momento este oportuno para reconocer que se constata la honestidad y apego a la ética del autor, cuando a partir de esas mismas evidencias, reconoce insuficiencias en la extensión de cobertura a inicios de la década del 80 en las zonas rurales del país, así como deficiencias notables en la calidad de la atención a la población rural. A la vez, el Profesor Rojas logra establecer una reflexión crítica en todo momento, que nos hace relativizar la historia que nos cuenta con lo que acontece en el presente y destaco el valor de la llamada de atención que nos hace, sobre la puesta en marcha de buenas ideas con desdén de la improvisación, amparada esta en pretendidas urgencias.
En el capítulo IV del libro, se le dedica un buen espacio al policlínico y al transcurso de su evolución cualitativa hasta el modelo de medicina familiar. Es en este mismo capítulo donde el Rojas nos comparte, sin edulcorantes ni pinzas, las insuficiencias y factores de órdenes subjetivo, técnico, científico y económico, que condujeron a que el modelo no funcionara de forma óptima y que una parte de sus talentos humanos se desmotivaran. El autor examina también en este capítulo, cómo se expresa la cobertura sanitaria en el segundo y tercer niveles de atención, así como el tema del financiamiento de esta, cuestión sobre la que se insiste desde los informes publicados por OMS.
Del capítulo V lo primero que llama la atención es su título “Comentarios adicionales”, el cual aparentemente uno podría suponer no requiere la lectura obligada y pudiera desgagarse del libro sin que este perdiera consistencia. Pues nada de eso, ya que ni son superfluos comentarios, ni son aditivos cual aderezo para una carne o ensalada, se trata del cómo medir la cobertura y además, se contextualiza al caso cubano. También se agradece en este capítulo que el autor haya decidido separar las dimensiones a través de las cuales se pueden llevar a cabo las mediciones de cobertura, así como aquellos aspectos de la ecología humana que se requieren para el logro de la cobertura y que trascienden a los sistemas de salud, para ubicar el tema justamente en el espacio intersectorial y supraestructural. Así nos habla de la disponibilidad del agua potable y el saneamiento, la seguridad alimentaria y la educación. Quisiera destacar de este capítulo dos epígrafes. Uno dedicado a la participación popular (ojo, que no habla en ningún momento de empoderamiento) donde el autor reconoce como forma de participación más directa a las Asambleas de Rendición de Cuentas de los delegados de circunscripción, donde lamentablemente no son los asuntos concernientes al sector de la salud los más abordados y como el propio Rojas declara “no son campo de participación para los propósitos deseables con relación a la salud como puede ser lo relativo a cobertura de servicios”. El otro epígradfe es el que se titula “El valor político, social y humano del médico cerca” y que habla de cuán importante es para la gente contar con atención de salud, precisamente por lo fuertemente que está condicionada la funcionalidad de la vida humana por la salud, pero también la necesidad humana respecto a la seguridad que se percibe a partir del vínculo con una atención profesional, pero sobre todo humanizada y personalizada.
Por último las conclusiones del ensayo, como lo llamara el propio autor, este las despoja de la noción absoluta de verdad y se las atribuye como suyas con connotación de presente, lo cual realmente es atinado, y expresa la humildad de Rojas Ochoa, pero sin embargo cada una de ellas podría generar múltiples informes, horas de docencia y sobre todo infinito agradecimiento: el agradecimiento hacia este hombre que nos las ha regalado precisamente, porque se trata de un hombre muy viejo con una alas muy grandes, así, a lo garciamarquiano.
Fechas de Publicación
- Publicación en esta colección
Oct-Dec 2017
Histórico
- Recibido
30 Mayo 2017 - Acepto
30 Mayo 2017