Este libro está pensado para usted, porque se dirige a la mayoría de la gente, personas curiosas que quieren comprender un poco más nuestro país para mejorarlo. Este libro afronta uno de nuestros mayores retos que es resolver la tensión entre los recursos disponibles y el gasto causado por la incorporación de innovaciones disruptivas en los sistemas sanitarios. Estas innovaciones (e.g., medicamentos frente a la hepatitis C) tienen gran potencial para mejorar la salud, pero implican enormes gastos que han de ser sufragados por el conjunto de la sociedad. Tanto los ciudadanos de a pie (futuros pacientes) como los responsables sanitarios nos jugamos mucho resolviendo esta tensión, porque de ello depende en buena parte, las posibles mejoras en nuestra salud y calidad de vida.
Es un libro largo, con 345 páginas repartidas en 10 capítulos, con numerosas secciones en cada uno de ellos, pero la mayoría de los capítulos cuentan con un resumen (o una sección de recapitulación) y múltiples figuras de calidad. Cuando me enfrenté a él, empecé leyendo solo los resúmenes y los gráficos. Todos son autoexplicativos y me permitieron aprender muchas cosas sin necesidad de ir página a página desde el principio. Por este motivo, la lectura de los resúmenes me estimuló a leer algunas secciones de manera independiente. También el título de algunas de ellas te atrapa, pues constituye una pequeña tesis o una buena clase. Un par de ejemplos son: “La brecha de ingresos públicos, el déficit y la explosión de la deuda, y cómo superarla” o “Clases de contrato de pago por resultados y riesgo compartido”. El libro acaba planteándose “¿Es posible labrar un futuro sostenible para un sistema nacional de salud innovador?” Esta pregunta se responde en 20 páginas; no voy a destriparles la respuesta pero el enunciado ya nos da una pista: “labrar”. Me gusta este término. Hoy en día la gente dice que su abuelo era agricultor pero yo digo que el mío era labrador; esta palabra transmite la idea de un trabajo duro que puede dar buenos frutos. Precisamente esas 20 páginas dibujan con precisión los surcos por donde pasar el arado para lograr la sostenibilidad del sistema que preserva y mejora nuestra salud.
Es un libro excelentemente escrito. La gente que escribe bien es porque piensa bien, y piensa lo que escribe. Esto no es frecuente, porque en esta vida tan ajetreada es difícil hacer las dos cosas, ya que requieren tiempo y paz. Por ello, le sugiero leer este libro. Si como la mayoría de nosotros tiene poco tiempo, verá que es tiempo bien invertido. Además, como una vez me dijo Gerardo Clavero, un ilustre sanitario del que muchos aprendimos, un buen libro nunca engaña. En esta época de noticias inciertas o simplemente falsas, la verdad de este libro también nos dará algo de paz.
Fechas de Publicación
- Publicación en esta colección
26 Oct 2020 - Fecha del número
2018