• ¿Ha llegado la hora de la gestión de las listas de espera? Debates

    Bernal, E.

    Resumo em Espanhol:

    Las personas que ocupan una lista de espera sufren a menudo un riesgo adicional derivado del tiempo que pasa hasta que obtienen tratamiento; sin embargo, en otras ocasiones, las personas en lista no tienen necesidad del tratamiento por el que esperan. Ambos argumentos, contrastables con evidencias empíricas, serían suficientes para afirmar que debe llegar la gestión a las listas de espera dejando a un lado políticas más o menos oportunistas. Por políticas oportunistas se entiende mantener la mala información sobre listas o su "maquillaje", utilizar programas de autoconcertación sin más horizonte que llegar a final de año sin lista de más de seis meses, etcétera. El panorama no es del todo oscuro. Algunas iniciativas de gestión (incluso de Política con mayúscula) se van abriendo paso y pueden entrar en la agenda de los próximos años. Así, cabe destacar la aplicación de tiempos de atención garantizada o la priorización de las listas en función de criterios explícitos. En todo caso, conviene recordar que, con la excepción de las colas producidas en las salas de espera de los centros de salud y aquéllas que se producen en las puertas de urgencias, el resto de colas del sistema están mediadas por la decisión de un médico. Así que una estrategia ineludible para gestionar las listas de espera consiste en atenuar los problemas derivados de la incertidumbre (o ignorancia) con respecto al diagnóstico o al pronóstico de los pacientes.

    Resumo em Inglês:

    Individuals on the waiting list frequently suffer an additional risk caused by the mean time until they receive treatment; however, other individuals do not need the treatment for which they are waiting. Both arguments, which can be contrasted with empirical evidence, would be sufficient to affirm that waiting list management should be implemented, leaving aside policies that are more of less opportunistic. Opportunistic policies are understood as those providing misinformation on waiting lists or their "manipulation", and using programs of auto-coordination with the sole aim of reaching the end of the year without a waiting list of not more than six months, etc. The panorama is not completely bleak. Some management initiatives (and even Politics with a capital P) are opening the way forward and may enter the Agenda in the next few years. In this context, the application of guaranteed times of medical care or the prioritization of waiting lists according to explicit criteria should be highlighted. It is worth remembering that, except for the queues in the waiting rooms of health centers and emergency departments, waiting lists are mediated by the decision of the physician. Therefore, an essential strategy for managing waiting lists consists of attenuating the problems caused by uncertainty (or ignorance) of the patient's diagnosis or prognosis.
  • La gestión de las listas de espera quirúrgicas por los centros sanitarios y los profesionales Debates

    Martí, J.

    Resumo em Espanhol:

    Las listas de espera para recibir asistencia no urgente, en procesos diagnósticos o tratamientos, se dan fundamentalmente en los sistemas sanitarios de financiación pública como el español y otros muchos países europeos. Si éstas son moderadas, pueden ser útiles en el proceso de gestión de estos pacientes y son aceptadas por profesionales y usuarios. Las listas de espera para intervenciones quirúrgicas se pueden interpretar, erróneamente, como un simple desajuste entre la demanda y la oferta de un determinado procedimiento. Si así fuera, sólo deberíamos ir aumentando los recursos hasta terminar con las listas. Sin embargo, existen muchas evidencias de que el aumento aislado de los recursos no es la solución, ya que el tiempo medio de espera disminuye pero la lista se alarga por la cola. Serán necesarias, pues, otras medidas de gestión. Es necesario gestionar las listas, tanto en el plano social, de administración sanitaria y, sobre todo, en el ámbito del centro sanitario. La gestión clínica en los servicios y la gestión de cada profesional, con criterios de inclusión de evidencia científica en la indicación y en los resultados esperados de cada paciente (efectividad del procedimiento), y con criterios éticos y de eficiencia en la utilización de recursos, priorizando por gravedad, probabilidad de mejora y criterios sociales, es una obligación ineludible para mejorar el problema de las listas de espera. En este proceso de priorización, la sociedad debe tener su voz, su opinión, pues existen factores no médicos que pueden influir en la distribución y priorización de recursos. En este camino existen experiencias en otros países que deberíamos analizar. Finalmente, como decía Archie Cochrane¹, «todo tratamiento eficaz ha de ser gratuito», que, dicho de otra manera, sería: no está justificada la financiación en el sistema público de procedimientos que no aporten un beneficio significativo para el paciente.

    Resumo em Inglês:

    Waiting lists for non-urgent medical care, in diagnostic or therapeutic procedures, occur mainly in public health systems such as those found in Spain and many other European countries. If waiting lists are moderate they can be useful in the process of managing these patients and are accepted by health professionals and health services users. Waiting lists for surgical procedures can be interpreted, erroneously, as a simple imbalance between the supply and demand for a particular procedure. If that were the case, we would only have to progressively increase resources until eliminating the lists. However, considerable evidence suggests that the isolated increase of resources does not solve the problem since the mean waiting time is reduced but the waiting list becomes longer. Therefore, other management measures are required. The management of waiting lists is necessary at the levels of society, health administration and especially health centers. Clinical management by departments and individual health professionals is essential, using the criteria of inclusion of scientific evidence in the indication for treatment and in the results expected for each patient (effectiveness of the procedure) as well as ethical criteria and considerations of resource use efficiency. Prioritizing patients according to severity, probability of improvement and social criteria is an unavoidable obligation in improving the problem of waiting lists. In this process of prioritization, society should also be able to voice an opinion since non-medical factors may influence the distribution and prioritization of resources and in this context the experience of other countries should be analyzed. Finally, as Archie Cochrane said "all effective treatment should be free" which, put another way would be: in a public system, the financing of procedures that do not provide significant benefits to patients is not justified.
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