Resumo em Espanhol:
Las encuestas de hogares son en la actualidad la fuente más importante de datos para estudiar las desigualdades sanitarias. Esto se debe principalmente a que estas encuestas usan muestras representativas de la población de los países y cubren sus zonas urbanas y rurales, sus diferentes regiones geográficas y todos los estratos sociales y económicos de la población. Esto contrasta con los datos individuales de los registros administrativos tradicionales, reunidos y registrados en el sistema del servicio de salud o del registro civil y que generalmente tienen escasa utilidad para el estudio de las desigualdades. Estos datos de los registros tradicionales no cubren a la totalidad de la población y raramente contienen información sobre las condiciones económicas y sociales de las personas registradas. El Programa de Políticas Públicas y Salud de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha creado una base de datos de las encuestas de hogares existentes en América Latina y el Caribe y ha usado estas encuestas para producir numerosos documentos sobre las desigualdades sanitarias y sus factores determinantes. Este artículo proporciona información básica sobre las encuestas de hogares y reseña la documentación sobre desigualdades producida por la OPS y otras instituciones.Resumo em Espanhol:
En este trabajo se revisan las herramientas e instrumentos políticos para lograr una financiación y un acceso más equitativos a los servicios de atención sanitaria de los países de América Latina y el Caribe. Se resumen los fundamentos de la intervención de los gobiernos para abordar los objetivos de eficiencia y equidad, y se presentan datos empíricos sobre la importancia de los diferentes instrumentos políticos de los gobiernos para lograr una financiación y un acceso más equitativos a los servicios de atención sanitaria. También se proporcionan estimaciones de la importancia relativa, magnitud y composición de los ingresos de los gobiernos, así como de sus gastos en salud y del impacto redistributivo de los mismos. El artículo concluye con un resumen de los retos políticos a los que se enfrentan los gobiernos de América Latina y el Caribe para intentar lograr una financiación y un acceso más equitativos a los servicios de atención sanitaria.Resumo em Espanhol:
Las transferencias intergeneracionales deben formar parte de la discusión sobre la equidad en el contexto del rápido envejecimiento de la población de América Latina y el Caribe (ALC), especialmente allí donde los recursos sean escasos. Aunque hay datos que muestran la existencia de cierto grado de intercambio entre las viejas y las nuevas generaciones, el número creciente de adultos en comparación con las personas más jóvenes puede crear tensiones en esta relación. El número de personas de 60 años o más aumentará en los países de ALC de 42 millones en el año 2000 a 97 millones en el 2025 y a 181 millones en el 2050. Como proporción de la población total, el crecimiento será del 8% en el año 2000, del 14% en el 2025 y del 23% en el 2050. Este crecimiento creará una tensión sin precedentes en las familias, así como en los sistemas de seguridad social, los servicios de salud y otros servicios sociales. A medida que aumente la incapacidad de las familias para hacer frente a las necesidades económicas y sociales del número creciente de ancianos, habrá una demanda cada vez mayor de mecanismos formales de apoyo entre cohortes, tales como los sistemas de seguridad social y los programas de pensiones. Sin embargo, estos mecanismos son inexistentes o insolventes en muchas naciones de ALC. Una posible solución, la capitalización privada de los programas de pensiones, necesitaría más de dos décadas para ser viable y dejaría fuera a los segmentos más vulnerables de la población, como los que trabajan en el sector informal. Dadas estas tendencias, los derechos e intereses de los ancianos deben incorporarse cada vez más a las agendas políticas, sociales y económicas de los países de ALC.Resumo em Espanhol:
La evaluación del impacto sanitario (EIS) trata de investigar los efectos de los programas, políticas y proyectos en la salud de la población y cómo se distribuyen dichos efectos en ella. Uno de los principios subyacentes de la EIS es su enfoque hacia la equidad y la justicia social. La EIS se ha aplicado en el Reino Unido a varias iniciativas de regeneración (renovación) urbana, entre ellas las denominadas Single Regeneration Budget (SRB), New Deal for Communities (NDC) y Healthy Living Centers. Aunque estas iniciativas se centran en las poblaciones desfavorecidas, a veces no se tiene en cuenta el objetivo de reducir las desigualdades en la población destinataria, en oposición a reducir las desigualdades entre dicha población y otros grupos. Este artículo cita ejemplos de las iniciativas SRB y NDC en zonas de Londres, destinadas a mejorar las condiciones económicas proporcionando formación y educación con el fin de crear mejores oportunidades de empleo. Aunque se podría lograr el objetivo de mejorar las condiciones económicas generales de las zonas de intervención, algunos segmentos de la población podrían no beneficiarse tanto como otros, o verse incluso forzados a mudarse a otras zonas desfavorecidas a medida que fueran escaseando los alojamientos de precio asequible, con lo cual el problema tan solo cambiaría de lugar. Estas situaciones alternativas destacan la necesidad de que las EIS tengan un ámbito claramente definido (por ejemplo, el de los residentes actuales, en vez de la zona en sí misma), así como la necesidad de identificar los aspectos relevantes de la distribución equitativa de las repercusiones sanitarias. A medida que se vayan desarrollando más los métodos y procedimientos para llevar a cabo las EIS, este enfoque podría desempeñar un importante papel en la reducción de las desigualdades sanitarias, ayudando a los planificadores a optimizar las repercusiones sanitarias positivas de las políticas públicas.Resumo em Espanhol:
Este trabajo informa acerca del contenido del seminario "Salud y desigualdad: instituciones y políticas públicas en el siglo XXI", patrocinado por la Escuela Nacional de Salud Pública de Brasil/Fundación Oswaldo Cruz y la Organización Panamericana de la Salud, que tuvo lugar del 29 de noviembre al 1 de diciembre de 2001 en Rio de Janeiro, Brasil. El seminario constó de dos discursos que proporcionaron una perspectiva general de las desigualdades sanitarias en América Latina y de las políticas recientes destinadas a reducir estas desigualdades, de una mesa redonda que analizó las investigaciones sobre las raíces sociales de la pobreza en Brasil, y de tres talleres, el primero de los cuales trató de la pobreza, las desigualdades sociales y la equidad en el campo de la salud. Los participantes presentaron un análisis detallado de las vulnerabilidades de los grupos sociales y de las innovaciones en las políticas para combatir la pobreza y reducir las desigualdades sociales y sanitarias. El segundo taller, titulado "Instituciones, políticas, cultura y desigualdad", se centró en la influencia de las tradiciones culturales y políticas latinoamericanas en las instituciones y en la magnitud de la pobreza y la desigualdad. Se estudiaron nuevas iniciativas para aumentar la participación comunitaria en la vigilancia y gestión de las políticas públicas, fortaleciendo así la democracia. El tercer taller exploró las perpectivas de las políticas públicas para desarrollar la equidad en el campo de la salud. Se revisaron las repercusiones de las reformas de los sistemas de salud de América Latina en el acceso a los servicios y se compararon los planes de aseguramiento adoptados en Brasil, Chile, y Colombia. Los tres talleres proporcionaron una lista de temas para posibles proyectos de investigación conjunta entre los patrocinadores del seminario y otras instituciones. Los participantes del seminario concluyeron que los investigadores y los gestores del sistema de salud necesitan trabajar juntos para promover el desarrollo de políticas y programas equitativos.