Resumo em Espanhol:
OBJETIVOS: Este artículo tiene dos objetivos: 1) presentar para los países y territorios americanos datos acerca del número de donaciones de sangre, la proporción de donantes voluntarios y remunerados, la cobertura con pruebas para el tamizaje de agentes infecciosos y la separación de sangre donada en sus diversos componentes, y 2) explorar las relaciones entre estas características y factores económicos y de organización en los países y territorios. MÉTODOS: Llevamos a cabo análisis comparativos usando información poblacional y sanitaria obtenida anualmente por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) de las autoridades de salud de los países de las Américas, así como información económica (producto nacional bruto (PNB) per cápita) sacada de publicaciones del Banco Mundial. RESULTADOS: Hay una correlación directa entre la disponibilidad de sangre para transfundir y el PNB per cápita. Siete países con un PNB per cápita mayor de US$ 10 000 anuales representan 38% de la población de la Región, pero 68% de las donaciones en esta. La donación voluntaria de sangre es más común en países donde hay más disponibilidad de sangre. No hay ninguna asociación entre el PNB per cápita y la cobertura con pruebas para el tamizaje de agentes infecciosos. No obstante, de los seis países con un PNB per cápita menor de US$ 1 000, solamente uno somete a tamizaje todas las unidades de sangre para la detección del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), el virus de la hepatitis C (HCV), y el antígeno superficial del virus de la hepatitis B (HBsAg). Los países con una mayor proporción de donantes voluntarios suelen tener una menor prevalencia de positividad a marcadores de infección. La separación de la sangre en sus diversos componentes es también más frecuente en países con tasas más elevadas de donación de sangre. CONCLUSIONES: La disponibilidad, seguridad y calidad de la sangre para transfusión en países de las Américas deben mejorarse. Como parte de una iniciativa de este tipo, hay que poner en marcha políticas y estrategias nacionales a fin de lograr que los recursos ya adjudicados a los servicios de transfusión de sangre sean mejor aprovechados.Resumo em Inglês:
OBJECTIVES: This article has two objectives: (1) to present for countries and territories of the Region of the Americas data on the number of blood donations, proportion of voluntary blood donors versus remunerated blood donors, coverage of screening for infectious agents, and separation of donated blood into its components and (2) to explore the relationships of those characteristics with economic and organizational factors in the countries and territories. METHODS: We carried out comparative analyses using population and health information gathered annually by the Pan American Health Organization (PAHO) from national health officials from the countries in the Americas, as well as economic information (gross national product (GNP) per capita) obtained from publications of the World Bank. RESULTS: There is a direct correlation between the availability of blood for transfusion and GNP per capita. Seven countries with a GNP per capita above US$ 10 000 per year account for 38% of the Regional population but 68% of the Regional blood donations. Voluntary blood donation is more common in the countries with better blood availability. There is no association between GNP per capita and coverage of screening for infectious agents. Nevertheless, of the six countries with a GNP per capita below US$ 1 000, only one of the six screens all units for human immunodeficiency virus (HIV), hepatitis C virus (HCV), and hepatitis B surface antigen (HBsAg). Countries with a higher proportion of voluntary blood donors tend to have lower prevalence rates of infectious markers. Separation of blood into its components is also more common in countries with higher blood donation rates. CONCLUSIONS: The availability, safety, and quality of blood for transfusion in the Americas needs to be improved. As part of that effort, national policies and strategies must be put into place so that the resources already allocated for blood services are better utilized.