Resumo em Espanhol:
La masa y fortaleza ósea conseguida al final del periodo de crecimiento, designada simplemente como masa ósea máxima (MOM), constituye un factor crítico en cuanto al riesgo de fracturas osteoporóticas en la edad adulta. Se considera que un aumento de MOM de una desviación estándar reduciría el riesgo de fracturas en 50 por ciento. Los estudios en gemelos han mostrado que la genética es el principal determinante de MOM, siendo responsable de 60 a 80% de su variación. Durante la maduración puberal el tamaño de los huesos aumenta mientras que su densidad mineral volumétrica permanece constante en ambos géneros. Al final de la pubertad la diferenciación sexual se debe básicamente al mayor tamaño de los huesos en hombres que en mujeres. Esto se consigue mediante una mayor deposición periosteal en los muchachos, confiriéndole así a la MOM mayor resistencia a las fuerzas mecánicas en hombres que en mujeres. Este dimorfismo sexual óseo que se presenta durante la maduración puberal se debe sobre todo a las hormonas sexuales y al factor de crecimiento insulínco 1 (IGF-1). La trayectoria genéticamente determinada de desarrollo de la masa ósea puede modularse hasta cierto punto mediante factores ambientales modificables, sobre todo la actividad física y la ingesta de calcio y proteínas. El periodo prepuberal parece ser el momento oportuno para modificar los factores ambientales que afectan la adquisición de masa mineral ósea.Resumo em Inglês:
Bone mass and strength achieved at the end of the growth period, simply designated as "Peak Bone Mass (PBM)", plays an essential role in the risk of osteoporotic fractures occurring in adulthood. It is considered that an increase of PBM by one standard deviation would reduce the fracture risk by 50%. As estimated from twin studies, genetics is the major determinant of PBM, accounting for about 60 to 80% of its variance. During pubertal maturation, the size of the bone increases whereas the volumetric bone mineral density remains constant in both genders. At the end of puberty, the sex difference is essentially due to a greater bone size in male than female subjects. This is achieved by larger periosteal deposition in boys, thus conferring at PBM a better resistance to mechanical forces in men than in women. Sex hormones and the IGF-1 system are implicated in the bone sexual dimorphism occurring during pubertal maturation. The genetically determined trajectory of bone mass development can be modulated to a certain extent by modifiable environmental factors, particularly physical activity, calcium and protein intakes. Prepuberty appears to be an opportune time to modify environmental factors that impinge on bone mineral mass acquisition.Resumo em Espanhol:
En esta revisión sobre el Ultrasonido Cuantitativo (QUS) y su aplicación en la evaluación de la salud de los huesos, se analiza detalladamente la literatura disponible para conocer su papel y efectividad en la clínica cotidiana y en los programas de investigación. El QUS ha probado ser útil para predecir fracturas, especialmente de la cadera. Sin embargo, la exactitud de la predicción depende del sitio de fractura que se desea evaluar, del sitio anatómico donde se realiza la medición y de los diferentes instrumentos. La correlación que existe entre densitometría de rayos X (DXA) y QUS puede ser débil a moderada, porque ambos métodos determinan diferentes componentes de la masa ósea relacionados con la presentación de las fracturas. El resultado del QUS como el del DXA también es sensible a la edad, cambios relacionados con la menopausia, a factores de riesgo clínicos y de estilo de vida relacionados con la osteoporosis. Se ha demostrado que el QUS puede servir para monitoreo de las intervenciones terapéuticas, de manera menos sensible que el DXA, lo que limita su aplicación con este propósito. El DXA sigue siendo el estándar diagnóstico de oro para la osteoporosis; la capacidad del QUS para predecir fracturas, lo vuelve una buena alternativa en lugares y/o países donde el acceso a DXA tiene limitaciones.Resumo em Inglês:
This review of quantiative ultrasound (QUS) and bone health uses the current literature to summarise the clinical and research effectiveness of QUS. QUS has been demonstrated to have the ability to predict fracture, particularly at the hip. However, the magnitude of prediction is fracture-site, measurement-site and device dependent. The correlations between dual X-ray absorptiometry (DXA) and bone mineral density (BMD) are weak to moderate, resulting in different subjects being identified as being at risk of fracture by the two different methods. QUS is sensitive to age and menopause-related changes and to clinical risk factors and lifestyle factors associated with osteoporosis. Whilst a limited ability of QUS to monitor therapeutic intervention has been demonstrated, this is still an area where it's poorer precision, in comparison to DXA, results in limited applicability. Whilst DXA remains the gold standard for the diagnosis of osteoporosis, QUS may be of use for the prediction of those at risk of future fracture in areas where there is limited availability of DXA.Resumo em Espanhol:
El ultrasonido cuantitativo (QUS) es una alternativa para la detección y manejo de la osteoporosis de bajo costo y uso práctico, si se compara con las densitometrías de rayos X de doble haz de baja energía (DXA) que determinan densidad mineral ósea (BMD). La mayor dificultad para el uso generalizado del QUS por un lado es que existen muchos instrumentos que son significativamente diferentes uno del otro y por otro en la calidad de la evidencia en que se justifica su empleo, que generalmente es insuficiente y/o poco sistematizada. Otro problema importante del QUS, es que prácticamente no existe información que no sea la generada en poblaciones asiáticas o caucásicas. En general, los estudios de calcáneo realizados con QUS son los más utilizados y mejor validados para evaluar el riesgo de fracturas en algunas poblaciones. La evidencia más grande de su efectividad se conoce para las mujeres caucásicas y asiáticas mayores de 55 años e incluso para los hombres asiáticos mayores de 70 años. Varios instrumentos cuentan con buen sustento científico, que los vuelve confiables para establecer un pronóstico preciso e identificar el riesgo individual de sufrir fracturas por osteoporosis, sin embargo, existe poca evidencia que respalde su uso para iniciar y monitorear el resultado del tratamiento de la osteoporosis. El QUS mejora su efectividad diagnóstica cuando se combina con los resultados de un cuestionario que identifica riesgos clínicos. En un escenario ideal, el DXA se debe reservar solo para aquellos individuos que no puedan ser identificados de manera confiable usando QUS y el cuestionario de riesgos clínicos. Si se quiere aceptar a los instrumentos QUS en la práctica clínica, para el monitoreo es indispensable asegurar y mantener la exactitud, precisión y reproducibilidad de los instrumentos y de los técnicos que los utilizan. Se requieren más estudios científicos de poblaciones no caucásicas o asiáticas para validar el uso generalizado del QUS.Resumo em Inglês:
Quantitative ultrasound (QUS) appears to be developing into an acceptable, low-cost and readily-accessible alternative to dual X-ray absorptiometry (DXA) measurements of bone mineral density (BMD) in the detection and management of osteoporosis. Perhaps the major difficulty with their widespread use is that many different QUS devices exist that differ substantially from each other, in terms of the parameters they measure and the strength of empirical evidence supporting their use. But another problem is that virtually no data exist outside of Caucasian or Asian populations. In general, heel QUS appears to be most tested and most effective. Some, but not all heel QUS devices are effective assessing fracture risk in some, but not all populations, the evidence being strongest for Caucasian females > 55 years old, though some evidence exists for Asian females > 55 and for Caucasian and Asian males > 70. Certain devices may allow to estimate the likelihood of osteoporosis, but very limited evidence exists supporting QUS use during the initiation or monitoring of osteoporosis treatment. Likely, QUS is most effective when combined with an assessment of clinical risk factors (CRF); with DXA reserved for individuals who are not identified as either high or low risk using QUS and CRF. However, monitoring and maintenance of test and instrument accuracy, precision and reproducibility are essential if QUS devices are to be used in clinical practice; and further scientific research in non-Caucasian, non-Asian populations clearly is compulsory to validate this tool for more widespread use.Resumo em Espanhol:
La osteoporosis constituye un importante problema de salud pública debido a su asociación con fracturas relacionadas con la edad. Las tasas de fractura generalmente son más altas en mujeres caucásicas que en otros grupos poblacionales. Los principales determinantes incluyen deficiencia de estrógeno en mujeres, bajo índice de masa corporal, consumo de tabaco y alcohol, escaso consumo de calcio, inactividad física y algunas drogas y enfermedades. De este modo, la modificación de la actividad física y el consumo de nutrimentos con calcio y vitamina D deben complementar los tratamientos en alto riesgo. Además, el recientemente desarrollado algoritmo de la OMS para la evaluación de riesgo de fractura absoluto a 10 años constituye una herramienta que permite plantear eficientemente diversas terapias a aquellos que están en riesgo. Los factores de riesgo, junto con la densidad mineral ósea y los índices bioquímicos de regeneración ósea pueden utilizarse para obtener riesgos de fractura absolutos así como umbrales costo-utilidad que justifiquen el tratamiento. Estos datos proveerán una base para su traducción en estrategias de salud pública con la finalidad de prevenir la osteoporosis tanto en los individuos como en la población en general.Resumo em Inglês:
Osteoporosis constitutes a major public health problem through its association with age related fractures. Fracture rates are generally higher in caucasian women than in other populations. Important determinants include estrogen deficiency in women, low body mass index, cigarette smoking, alcohol consumption, poor dietary calcium intake, physical inactivity, certain drugs and illnesses. Thus, modification of physical activity and dietary calcium/vitamin D nutrition should complement high risk approaches. In addition, the recently developed WHO algorithm for evaluation of 10-year absolute risk of fracture provides a means whereby various therapies can be targeted cost-effectively to those at risk. Risk factors, together with bone mineral density (BMD) and biochemical indices of bone turnover, can be utilised to derive absolute risks of fracture and cost-utility thresholds at which treatment is justified. These data will provide the basis for translation into coherent public health strategies aiming to prevent osteoporosis both in individuals and in the general population.Resumo em Espanhol:
La densidad mineral ósea (DMO) es la herramienta de diagnóstico para osteoporosis en adultos mayores. Sin embargo, por sí sola la DMO no es suficiente para decidir quién debe recibir tratamiento ni al nivel del paciente individual ni al nivel de salud pública. Los algoritmos robustos, científicamente comprobados, que combinan DMO con otros factores de riesgo clínicos proporcionan una evaluación más precisa de la probabilidad de fractura. Los nuevos lineamientos para el manejo de la osteoporosis se basan en la evaluación del riesgo de fractura absoluto, no ya tan sólo en los valores de densidad mineral ósea. Por lo tanto, los recursos para el tratamiento cambiarán, de dirigirse a mujeres postmenopáusicas jóvenes con baja DMO y bajo riesgo de fractura, a mujeres mayores con riesgo de fractura alto o moderado. Se espera que con estos algoritmos haya una mejora en cuanto al costo y la efectividad de la atención médica para pacientes con osteoporosis.Resumo em Inglês:
Bone mineral density (BMD) is the tool for diagnosing osteoporosis in older adults. However, BMD alone is not sufficient for deciding who should be given treatment at either the individual patient or the public health level. Robust, scientifically validated algorithms that combine BMD with other clinical risk factors provide more accurate assessment of fracture probability. New guidelines for managing osteoporosis are now based on the assessment of absolute fracture risk, not simply on bone mineral density values. Accordingly, treatment resources will be redirected away from young postmenopausal women with low BMD and low fracture risk toward older adults at moderate or high risk for fracture. It is expected that, with these algorithms, the cost and effectiveness of medical care for patients with osteoporosis will be improved.Resumo em Espanhol:
La osteoporosis es una enfermedad que se vuelve cada vez más frecuente en América Latina. Su prevalencia es muy parecida a la encontrada en Europa del Sur y ligeramente más baja que en Europa del Norte y en la población blanca de los EUA. De acuerdo a las proyecciones de población de la OMS, el número de fracturas que se registrarán en la región de Latino América en los próximos 50 años casi igualará los números encontrados en EUA y Europa. Desafortunadamente en Latino América no hay recursos médicos suficientes para el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de la osteoporosis. En muchos países no existen leyes (o son muy limitadas) que garanticen el pago de los estudios de densitometría ósea, las medidas de prevención o los medicamentos para tratarla. Actualmente, es posible enfrentar este problema de salud pública generando conciencia de la enfermedad en el público general, en los grupos de riesgo y en las escuelas, con el apoyo de periodistas y sensibilizando a los políticos. También se debe mejorar la educación médica a nivel de las escuelas de medicina, entre los médicos generales, los especialistas, las enfermeras y los trabajadores sociales; se debe lograr suficiente influencia en el sistema de salud pública y privada para hacer que se desarrollen programas específicos contra la osteoporosis, que cubran al amplio rango de población Latinoamericana que actualmente no tiene ninguna clase de apoyo.Resumo em Inglês:
Osteoporosis is a growing disease in Latin America, rates of fractures actually in LA are quite similar to the ones in Southern Europe and slightly lower than USA and Northern Europe. According to the population projection of the WHO subjects over 65 of age will increase significantly in the next 50 years in LA and the number of hip fractures in this area will equal the numbers in Europe and USA. Unfortunately, in LA there are not adequate resources in terms of medical facilities for osteoporosis diagnosis, treatment or rehabilitation. Moreover, there are no policies of reimbursement for osteoporosis densitometry, bone markers measurements or medications in many countries or it is very limited in the ones who have started some kind of specific program for this matters. Thus, we have to face this public health problem by increasing the awareness of the disease in the general population, specific risk groups, schools, journalists or politicians. Improve medical education at different levels: Medical students, General Practitioners, Specialists, Nurses, and Social Workers. And, we have to develop enough influence to Public and Private Health Systems in order to make them to develop specific osteoporosis programs to cover a wide range of the population in LA, who actually is absolutely abandon of this kind of support.